El sacerdote de Rañestres, en Maside, ya entregó las llaves de la iglesia

Renuncia a decir misa, enfrentado con los vecinos

Iglesia de la parroquia de Rañestres (Maside). (Foto: MARTIÑO PINAL)
Los repetidos desencuentros que durante las últimas semanas protagonizó un grupo de vecinos de Rañestres (Maside) con el sacerdote Juan González se han saldado con la renuncia de este último, que no volverá a misar más en la parroquia. El cura, que también tiene a su cargo otras tres parroquias, entre las que se encuentra Maside, ya ha entregado las llaves de la iglesia en la que llevaba oficiando misa más de 14 años.
Los feligreses mantienen posturas enfrentadas sobre la decisión adoptada por el sacerdote. Los que se posicionan en contra aducen como motivo que no quiso realizar dos bautizos y que en una ocasión arrojó el dinero de las limosnas en el atrio por considerarlo escaso. Sin embargo, los feligreses que lo apoyan niegan estas acusaciones y resaltan su carácter amable y caricativo. 'Fartóuse de oficiar enterros sen cobrar ás familias que se vían moi apretadas economicamente, ademais sempre estaba disposto a facer os favores que lle pedísemos', apunta Rosa Álvarez, vecina de Rañestres.

A pesar de los apoyos y de que muchos feligreses tienen dificultades para desplazarse a Maside los domingos para poder escuchar allí misa, el párroco tomó esta semana la decisión de no volver a Rañestres porque dijo no sentirse con la fuerza suficiente. 'Les perdono, pero ya no debo regresar, no soy tan valiente como para escuchar blasfemias dentro de la iglesia', le explicó resignado a la monja misionera con la que comparte casa.

Los enfrentamientos entre el párroco y los feligreses ya se venían produciendo desde meses atrás, aunque llegaron al punto de máxima tensión el pasado día 25, cuando Juan González abandonó la iglesia sin celebrar la tradicional procesión con la imagen del apóstol Santiago. En ese momento, algunos vecinos insultaron al párroco e incluso intentaron agredirlo. La conmoción fue tan grande que el sacerdote aseguró que casi se desvanece en el coche durante el camino de vuelta a su casa de Dacón.

La semana siguiente al enfrentamiento tampoco acudió a oficiar misa a la parroquia de Rañestres y, finalmente, decidió renunciar esta semana al cargo alegando motivos de salud debido a la tensión desatada. Ahora, no quiere hablar más del tema porque incluso tuvo que ir al médico tras sufrir una leve arritmia. Sus compañeros sacerdotes lo apoyaron en todo momento, y le recomendaron que dejase la parroquia para evitar que empeorase su delicado estado de salud.

La preocupación de los vecinos de Rañestres se cierne ahora sobre la incertidumbre de que se tenga que celebrar algún entierro en la parroquia y siga sin haber párroco. De darse el caso, tendría que ser el Arciprestazgo de Maside el que resolviese el caso. De momento, los feligreses tienen que desplazarse a Maside (a 1,5 kilómetros) si quieren acudir a la misa, pero muchos de ellos ya han decidido escuchar la eucaristía en televisión.

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