La mujer cumplía condena por prender fuego dos veces a la casa de su compañero sentimental

Una ruesa ingresa en una cárcel de máxima seguridad tras incendiar su celda en Pereiro

Una vecina de A Rúa, Beatriz Fernández Barba, de 26 años, que cumplía condena en Pereiro tuvo que ser trasladada a una cárcel de máxima seguridad, en Ávila, ante el temor de que prendiera fuego de nuevo en las instalaciones. Hace un mes, la reclusa incendió su celda tras amontonar ropa sobre el colchón, provocando una densa humareda que alarmó a los directivos y fuerzas de seguridad. La mujer cumple condena por incendiar dos veces la casa de su ex compañero, al que agredió con una navaja.
La prisión de máxima seguridad de Ávila. Este es el lugar que escogieron las autoridades judiciales y los responsables de Instituciones Penitenciarias para que una vecina de A Rúa, Beatriz Fernández Barba, de 26 años, continúe cumpliendo condena sin temor a que provoque un incendio en las instalaciones o agreda a sus compañeras.

La reclusa cumple condena desde el 16 de junio del 2005 por incendiar en dos ocasiones la vivienda de su ex compañero sentimental en A Rúa y agredirlo con una navaja, pero su estancia en el centro penitenciario ourensano no sirvió para que perdiera sus hábitos pirómanos y hace un mes incendió su celda, tras amontonar ropa sobre el colchón y prender fuego a éste con un mechero. ‘No se percató de que los colchones no llegan a arder, son ignífugos, pero provocan mucho humo’, explicaron fuentes del centro penitenciario.

La densa humareda que se formó en el interior del módulo de mujeres alarmó a las internas, que tuvieron que ser trasladadas a una sala. También alarmó a los directivos, funcionarios y los agentes de la Guardia Civil, que controlaron el fuego con extintores. Instituciones Penitenciarias temía que pudiera provocar otro incendio, con mayores consecuencias en el interior del penal y optaron por cambiarla a una cárcel más segura, en la que está siendo vigilada durante las 24 horas.

Buena relación

El historial de la mujer, oriunda de Santigoso (O Barco), comenzó en mayo del 2004, cuando golpeó a su marido A.O.L., con domicilio en A Rúa, con una azada en la cabeza. El hombre había sido juzgado meses antes por un delito de malos tratos. La pareja se separó y un año más tarde, el 6 de junio del 2005, la mujer incendió la casa de su compañero sentimental, también de A Rúa. El inmueble no llegó a arder y el 16 del mismo mes, volvió a prenderle fuego tras agredirlo con una navaja. El juez de O Barco decretó su ingreso en prisión y, al parecer, hasta hace unos meses tenía buena relación con el resto de internas, sin haber ocasionado ningún problema.

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