También presentó su libro, centrado en esta filosofía.
¿Cuando se sumó a esta corriente culinaria?
Es algo bastante reciente, quizás lleva dos años en boga. Toda la filosofía se centra en reducir los residuos que generamos, aunque en sí, el "zero waste" es una utopía, claro.
¿Reciclar ya no es suficiente?
No, en España solo se recicla una pequeña parte de los residuos, y de toda la basura que generamos aún vendemos parte a otros países. Y reciclar, en sí, es un proceso industrial, también contamina.
¿Cómo aplicarlo a la cocina?
Se trata de abarcar todo el proceso en la cocina, desde que haces la lista de la compra hasta que limpias la cocina.
¿Cuáles son los consejos clave?
El más importante es pararse a pensar, algo muy básico pero que en la sociedad en la que vivimos nos saltamos muchas veces. Si eres consciente de tus acciones te replanteas si necesitas comprar el tomate en el súper o si puedes comprarlo en la frutería o en el mercado, a un productor local.
Parece sencillo, pero no lo es.
A veces no tenemos tiempo para reflexionar, pero es algo muy necesario. Ser "zero waste" no es fácil, pero es cuestión de tomar conciencia, es mucho lo que puedes conseguir.
