El Ministerio de Educación publicó este jueves en el Boletín Oficial del Estado nuevas medidas de cara a la prueba de Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad, la selectividad, que en Galicia tendrá lugar del 7 al 9 de julio. Las últimas novedades señalan que los alumnos se enfrentarán a una única prueba por asignatura y con más opciones de las habituales, buscando con esa flexibilización que el alumno pueda sacar la máxima nota aunque no opte en el examen por contenidos del tercer trimestre. El examen quedará confeccionado en un 70% por el ministerio y un 30% por las comunidades.
El millar de alumnos ourensanos que se presentará a estas pruebas vive desconcertados todos estos cambios y demandan "más información". "En realidad no sabemos cómo será el examen, porque nos preparamos un modelo que no se hará", cuenta Iria González, una alumna del Blanco Amor. El "no sabemos" es lo que más se repite en su situación. "Tenemos poca información y no nos permiten organizarnos de cara a estudiar para selectividad", afirma Sara Alonso, una estudiante de Salesianos. Entre lo poco positivo, ampliar el abanico de alternativas: "Está bien que nos den más opciones para que el alumnado pueda dejar cosas de la tercera evaluación y sacar una nota similar a lo que sería en condiciones normales", opina Iker Fernández, un alumno del instituto de O Couto. Aunque esto lo ve como algo bueno, encuentra algunos flecos a las decisiones tomadas: "El problema es que no sabemos si segundo terminará en la fecha prevista o lo alargarán hasta junio".
En estas fechas estarían inmersos en los exámenes de final de curso. "Estamos en un punto que no sabemos si ponernos a estudiar para selectividad o para la última parte del curso", cuenta Fernando González, estudiante del Otero Pedrayo. En su caso cree que se debió "priorizar" la situación de los estudiantes de Bachiller antes que otros: "Les dieron respuesta a ellos, que pueden esperar, antes que a nosotros que no podemos anular la selectividad", lamenta.
Fernández aprecia que "no hay plan B" y que la principal idea que sea contempla es evaluar la tercera con exámenes: "La intención es reabrir los centros para examinarnos, si no pasa tampoco dan pistas de otra forma de evaluarnos", indica. Darlo por finalizado elaborando una media con el primer y segundo trimestre, podría afectar a su nota de corte: "Las notas bajaron mucho en el segundo, muchos esperaban a este trimestre para subir la media del curso", afirma Alonso.
Incluso los docentes no lo tienen muy claro, lo que termina por generar más dudas entre los propios alumnos: "Unos dicen que sí volveremos a clase, otros no. Para nosotros, tal y como estamos, es muy difícil seguir los temarios que nos envían", expresa Fernando González. En el caso de Iria González, se mantiene con clases online y, a pesar de ello, aprecia que es "difícil" coordinarlo todo.
A todo esto se le añade el quedarse en casa, que también afecta a su estado anímico y educativo: "Estudiar así desmotiva y que todo esté tan incierto, no hace que mejore", afirma Iria González. Alonso sigue con el curso a través de una evaluación de sus deberes y trabajos, con lo que ella siente "más presión": "No es lo mismo que hacer un examen en clase, donde puedes consultar las dudas antes con el profesor. Desde casa todo es más complicado, explica. Los problemas técnicos se suman a la tensión que acumulan: "Me puntuaron un trabajo con cero porque no le llegó el correo al profesor", cuenta.
Lo que tienen claro es que desean saber cuál va a ser el tiempo real del que dispondrán para preparar la selectividad. "Sabemos la fecha nueva, pero no si tendremos la semana de exámenes del curso que nos queda. Con una decisión clara podríamos prepararnos de verdad", opina Fernández. Que "aseguren" el camino que van a tomar es la principal petición que hace Fernando González. Esta resolución sobre el tercer trimestre de un curso que suma seis puntos de los 14 que recoge la EBAU es lo que precisa Alonso porque su "futuro" depende de esa nota y de selectividad.
