Solo 13 concellos ourensanos inician el año con los presupuestos en vigor

La mayoría de los concellos de la provincia no cumple con la Ley Reguladora de las Haciendas Locales en lo que se refiere a la planificación económica. Apenas 13 de los 92 consistorios ourensanos han arrancado el presente año con los presupuestos de 2022 en vigor y operativos, lo que significa que su aprobación definitiva llegó antes del 31 de diciembre y fue publicada en el Boletín Oficial de la Provincia. Este trámite, no obstante, será una realidad en un corto plazo para otros 22 municipios, en los que sus corporaciones han dado el visto bueno de manera inicial a los presupuestos, que ahora esperan a que se cumpla el plazo legal para realizar alegaciones y que así puedan quedar validados definitivamente. El repaso por el mapa de la provincia deja en mal lugar a los concellos más poblados, ya que únicamente Allariz hizo los deberes en tiempo y forma para aprobar unas cuentas por un importe cercano a los 6,3 millones de euros. A medio camino se han quedado los consistorios de O Barco y Xinzo, cuyos plenos sí han debatido y sacado adelante las cuentas de forma inicial. En total, el montante económico de los presupuestos que ya están operativos y que suponen, entre otras cosas, más agilidad para el día a día de la actividad municipal suman algo más de 19 millones de euros. Tras Allariz, la cifra más elevada es la que maneja San Cristovo de Cea, con algo más de dos millones. Mientras, tienen más de un millón de euros presupuestado Castrelo do Val, Cartelle, A Mezquita, Cualedro y Sandiás. En cifras de seis dígitos están Montederramo, Verea, San Xoán de Río, Punxín, A Teixeira y Quintela de Leirado, que tiene el honor de ser el concello ourensano que antes aprobó el presupuesto de 2022. La ciudad, sin cambios Uno de los consistorios que comienza el ejercicio con los presupuestos prorrogados vuelve a ser el de Ourense, que desde 2014 solo consiguió aprobar unas cuentas -ya con el año bastante iniciado- en 2020. La ciudad de As Burgas va camino de las dos décadas sin tener el presupuesto en vigor desde el arranque del curso. Asimismo, no se atisban cambios a corto plazo con el proyecto para 2022 pese a la intención manifestada en su momento por la edil de Facenda, Ana Fernández Morenza, de tener listo el borrador el pasado otoño para negociar con la oposición. Posteriormente, apoyándose en la merma de ingresos que supone el cambio en el impuesto de Plusvalías, aplazaba al primer trimestre de este año la presentación de las cuentas. La minoría del gobierno, con solo 11 concejales de 27, augura un futuro poco halagüeño para renovar los presupuestos.