El robo se produjo en el contexto de una pelea callejera entre varios jóvenes, uno de ellos menor

La sustracción de un paquete de tabaco una noche de copas les cuesta seis meses de cárcel

El fiscal llegó a pedir tres años y medio de cárcel por la sustracción de una cajetilla de tabaco a un joven en el transcurso de una bronca nocturna, pero finalmente quedó en seis meses, los que le ha impuesto la juez del Penal 1 a los dos implicados en el robo. Los dos condenados, junto a un menor que también fue enjuiciado por estos hechos, rodearon a la víctima a la que uno de ellos le llegó a propinar un puñetazo, pero no quedó demostrado quién de ellos, por lo que por esa falta fueron absueltos.
Hay imprudencias que tienen un alto coste, sobre todo cuando llegan al juzgado y se plasman en sentencias en una aplicación a rajatabla de la ley. La titular del Juzgado de lo Penal 1 de Ourense acaba de condenar a dos jóvenes ourensanos, J.L.L.M. y A.M.D.S., a un pena de seis meses de cárcel por la sustracción de un paquete de tabaco con intimidación (rodearon a la víctima y ésta sintió miedo) en el contexto de una noche muy subida de copas. Por estos mismo hechos, también fue juzgado un menor de edad. Estaban acusados de una falta de lesiones pero la jueza los absuelve porque no quedó claro quién había sido el que propinó un puñetazo en la cara a la víctima.

Pelea

La propia víctima, que renunció a cualquier posible indemnización, declaró el día del juicio que consideraba que el que le quitaran la cajetilla de tabaco, tras pedirle primeramente un cigarrillo, ‘no fue un robo sino una pelea’, un posicionamiento que también fue planteado por un testigo amigo del denunciante. No obstante, también reconoció que le dio un primer cigarro por el miedo que sintió, de ahí la intimidación que planteó el Ministerio Público.

El fiscal rebajó en el juicio la petición inicial de pena (tres años y medio de cárcel) hasta los seis meses tras aplicarle la atenuante de embriaguez, algo que reconoce la víctima y uno de sus amigos. También, en sus conclusiones finales, retiró la agravante de abuso de superioridad.

Los dos jóvenes condenados, al terminar el juicio, pidieron perdón. Porque, según sus letradas defensoras, estaban arrepentidos de que una bronca nocturna les pudiese acarrear prisión. De hecho, uno de ellos, J.L.L.M., ingresará en un centro de desintoxicación para tratar su alcoholismo mientras que la letrada de A.M.D.S. ha recurrido la sentencia.

Los hechos ocurrieron a las 5,15 horas del 28 de febrero de 2004 cuando los tres implicados ‘rodearon en plan intimidatorio’ a un joven que caminaba por la Plaza de los Suaves, en las inmediaciones de la calle Pena Trevinca.

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