Los taxistas portugueses amenazan con bloquear las fronteras con Galicia en protesta por la normativa que les impide recoger pasajeros en territorio español y que, según sus quejas, es una causa de multas a los profesionales del sector.
El presidente de la Asociación Nacional portuguesa de Transportes por Carretera de Automóviles Ligeros (ANTRAL), Florencio Almeida, expresó su intención de convocar el bloqueo de fronteras si las autoridades lusas no toman posición para respaldarles.
Los taxistas lusos argumentan que cuando llevan a algún pasajero desde Portugal a territorio español a la vuelta no pueden transportar a nadie, mientras que los taxistas españoles sí pueden hacerlo en Portugal. Almeida explicó que en los últimos dos meses, varios taxis fueron interceptados y aprehendidos por las autoridades españolas con el argumento de que no pueden iniciar un viaje, con clientes, en España aunque los pasajeros sean portugueses.
Por este motivo la dirección de la asociación se reunirá hoy para decidir su apoyo al bloqueo contra la entrada de taxis españoles desde Galicia en Portugal. Su presidente se declaró sorprendido por que estos incidentes sólo ocurran en la frontera de Portugal con Galicia. Por su parte, la Guardia Civil niega una persecución a los profesionales portugueses.
Los taxistas lusos argumentan que cuando llevan a algún pasajero desde Portugal a territorio español a la vuelta no pueden transportar a nadie, mientras que los taxistas españoles sí pueden hacerlo en Portugal. Almeida explicó que en los últimos dos meses, varios taxis fueron interceptados y aprehendidos por las autoridades españolas con el argumento de que no pueden iniciar un viaje, con clientes, en España aunque los pasajeros sean portugueses.
Por este motivo la dirección de la asociación se reunirá hoy para decidir su apoyo al bloqueo contra la entrada de taxis españoles desde Galicia en Portugal. Su presidente se declaró sorprendido por que estos incidentes sólo ocurran en la frontera de Portugal con Galicia. Por su parte, la Guardia Civil niega una persecución a los profesionales portugueses.
