Amad Abu-Saboh: “La técnica ofrece al área sanitaria una tecnología muy avanzada”

Amad Abu-Saboh, José Manuel Fernández y Manuel Trillo.
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La Unidad de Radiología del CHUO trató al primer paciente ourensano con una crioablación de un tumor renal

La unidad de Radiología Intervencionista del CHUO se encargó de tratar al primer paciente ourensano con una crioablación tumoral, una técnica beneficiosa para evitar complicaciones derivadas de la anestesia y por la rápida recuperación que permite.

¿En qué consiste la crioablación de un tumor renal?

La crioablación tumoral es una técnica mínimamente invasiva que permite eliminar el tumor a través de una pequeña incisión en la piel. Se realiza de forma percutánea, con una incisión milimétrica, por la que se accede hasta la lesión con una sonda que se sitúa en el interior del tumor. Una vez la sonda alcanza la ubicación deseada se consigue bajar la temperatura del tumor hasta los -80 grados con gas Argón, consiguiendo así que una vez congelado el tumor, desaparezca.

¿Por dónde se introduce la sonda?

La incisión se hace en un pie. Para poder guiarnos, utilizamos técnicas de imagen que nos permiten llegar hasta el tumor. En este primer caso hemos utilizado un aparato de angiografía digital que permite realizar imágenes de rayos y también de otras similares a las que obtendríamos con un TAC. Las utilizamos en conjunto con la ecografía, permitiéndonos llegar al tumor sin lesionar otros órganos y controlar a tiempo real la eficacia del tratamiento.

¿Es una técnica poco agresiva?

Sí, como todas las técnicas percutáneas que habitualmente realizamos los radiólogos intervencionistas. Que sean poco agresivas significa que se realizan de forma ambulante o con un ingreso muy corto. También supone que se lleva a cabo con anestesia local o con una sedación ligera, lo que minimiza las potenciales complicaciones de las intervenciones quirúrgicas al uso.

¿Qué ventajas tiene para los pacientes?

En primer lugar, al ser un procedimiento percutáneo, los pacientes que presentan alto riesgo anestésico se benefician de ella. Es menos dolorosa y se puede realizar con una sedación, en la mayoría de los casos, sin tener que intubar al paciente. En segundo lugar, al ser una técnica mínimamente invasiva, el tiempo de recuperación es menor que el de una cirugía convencional. La mayoría de los pacientes tiene ingresos hospitalarios que no superan las 48 horas para este tipo de intervenciones. Esta técnica puede ser una alternativa a la cirugía en procesos iniciales de la enfermedad o actuar como una técnica complementaria a nivel convencional para disminuir el tamaño de la lesión.

¿Se puede emplear en otras enfermedades?

Sí. Existe la suficiente evidencia científica para poder afirmar que es eficaz para el tratamiento de otro tipo de tumores. En ocasiones no solo tiene una intención curativa, también sirve como previa a una cirugía, ya que reduce el volumen del tumor si no lo elimina del todo. Por lo que tanto puede usarse con intención curativa o paliativa.

¿Continuarán empleando esta técnica con más pacientes?

La crioablación, aunque es una técnica muy reciente, no deja de ser una herramienta más de las que va a disponer el Complexo Hospitalario Universitario de Ourense de ahora en adelante en la lucha contra el cáncer. Ha llegado para quedarse.  La incorporación de este tipo de terapias pone a disposición del área sanitaria una herramienta de vanguardia con una tecnología muy avanzada en intervenciones mínimamente invasivas.

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