Cada piedra, 50 pesetas. Ese fue uno de los donativos que se estableció para llevar a cabo la construcción del templo de Fátima, en O Couto, que cumple 50 años y que en medio siglo ha trascendido los límites del barrio.

El templo construido entre todos

Interior del templo de Fátima, en el barrio de O Couto. (Foto: MIGUEL ÁNGEL)
Algunos lo recuerdan de primera mano, otros por lo que sus padres y abuelos les han contado, pero muchos lo están reviviendo durante estos días con motivo de su 50 aniversario. En el año 1948 se puso la primera piedra para la construcción del templo de Fátima en O Couto, un barrio que no dejaba de crecer y para el que se hacía imprescindible una parroquia propia. Tal era el deseo de los fieles de contar con una iglesia que antes de que, en 1962, se concluyesen las obras ya realizaban actos en ella.
Por este motivo, buena parte de los vecinos, en la medida de sus posibilidades, hicieron su aportación para el templo. 'Incluso se donaron piezas de oro y plata que se utilizaron para la elaboración de la corona de la Virgen', apunta el copárroco, Celso Rodríguez.

El templo se concibió atendiendo a algunos preceptos básicos. Entre ellos se encuentra el carácter didáctico que inspiró las vidrieras diseñadas por Jesús Soria. Además de su belleza artística, narran, por ejemplo, escenas de la vida de la Virgen, apoyando las enseñanzas que se difunden a través de la palabra.

La obra comenzó siendo obispo de la Diócesis de Ourense Francisco Blanco Nájera y concluyó cuando Ángel Temiño Sáez ocupaba este cargo. Pero si hay un hombre de la iglesia que se recuerda en la parroquia de Fátima es don Xosé. Entre 1949 y 1991 Xosé Álvarez fue el párroco responsable de Fátima. Todos lo rememoran como un gran impulsor de la actividad parroquial, siempre vinculada a ámbito cultural, y por su generosidad y solidaridad.

Hoy, cerca de 20.000 ciudadanos se encuentran relacionados con esta parroquia a través de algún sacramento, según estima Celso Rodríguez. 'Antes, una parte de los vecinos dependía de Santo Domingo y otra de Santa Eufemia', explica.

Pero Fátima ha superado los límites de O Couto. Ya en mayo de 1948, cuando la imagen de la Virgen que preside la iglesia -obra de Ferreira Thein- llegó desde Portugal, recorrió todas las parroquias de la Diócesis antes de ocupar su puesto hegemónico. Ese germen de devoción sigue dando sus frutos en la actualidad. La procesión de Fátima comenzó transitando las calles del barrio para, ahora, recorrer buena parte de la ciudad hasta culminar en la Catedral.

Muchas fechas emblemáticas marcaron el inicio de la labor que desarrollaría la parroquia. Por ejemplo, el 29 de abril de 1962 el templo fue consagrado y entre el 4 y el 12 de mayo se celebró la novena en la que participaron obispos de Galicia y Portugal. Fue el día 13 cuando el arzobispo de Santiago, Quiroga Palacios, coronó la imagen y el edificio religioso se dio por plenamente inaugurado.

Aunque estas citas se recuerdan como emblemáticas, cada jornada está relacionada con la iglesia de Fátima, aunque sólo sea al pasar frente a ella por la calle Ervedelo. Cesar González, copárroco junto a Celso Rodríguez, asegura que 'aquí compartimos os momentos máis importantes da vida das xentes do barrio do Couto, no mes de maio acuden milleiros de peregrinos e agroma neles una fe que prende no corazón da sociedade ourensá'.

Dentro de las actividades que organizan para conmemorar su medio siglo, además de una serie de conferencias, que contarán hoy con la intervención del doctor en Historia del Arte Javier Limia de Gardón, a partir de este sábado se expondrán una serie de fotografías históricas que recorrerán la vida en la parroquia. Todos los vecinos pueden participar de esta efeméride.

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