La incapacidad que el Concello de Ourense demuestra desde hace años para la renovación de las concesiones más importantes para la prestación de servicios públicos está desencadenando importantes quebraderos de cabeza a los distintos gobiernos. El último problema al que se enfrenta el consistorio es el de la amenaza de huelga indefinida, precedida de paros parciales desde mañana lunes, lanzada hace unos días por el comité de empresa de Urbanos de Ourense, la UTE que gestiona el transporte de la ciudad desde hace 15 años.
Las dificultades y estancamiento en la negociación del convenio colectivo están detrás de la postura de los trabajadores, que el sábado por la noche celebraron una asamblea para decidir si aceptaban la última propuesta lanzada por la gerencia de la empresa. Al cierre de esta edición, no se había votado todavía, aunque fuentes del comité de empresa consideraban antes de esta reunión "insuficiente" el esfuerzo de la concesionaria.
Este problema recuerda al vivido hace casi tres años en la concesión de limpieza viaria y recogida de basura, cuando sobre la bocina empresa y trabajadores llegaban a un acuerdo para evitar un paro indefinido coincidiendo con el Entroido, como protesta por la falta de un acuerdo con el convenio colectivo.
Otro importante foco de conflictos han sido las concesiones de limpieza de dependencias municipales y colegios, con las empresas Seralia y Linorsa envueltas en problemas con sus trabajadoras, especialmente las de la segunda, que estuvieron meses sin cobrar las nóminas.
La ayuda a domicilio tampoco ha escapado a esta problemática, tanto en el anterior mandato con Seralia como en el actual con Valoriza. Impagos a los empleados o el abandono del servicio por falta de rentabilidad pusieron contra las cuerdas al Concello, que sigue sin dar la tecla con las concesiones.
El BNG pide a Jácome que no se desentienda
El BNG mostró su apoyo a las reivindicaciones de los trabajadores de la empresa concesionaria del transporte público de Ourense, entendiendo que la situación se ve agravada por la incapacidad del gobierno municipal de renovar el servicio, que se acerca a los seis años en precario.
Por esto, los nacionalistas reclaman al gobierno de Gonzalo Pérez Jácome que no se pongan de perfil y que se implique en las negociaciones para que haya un acuerdo y los ciudadanos no sufran las consecuencias en un servicio que el BNG considera "imprescindíbel" en el día a día de cientos de vecinos.
Desde la formación nacionalista recuerdan al gobierno municipal que el transporte público supone un gasto anual muy elevado, por encima de los seis millones de euros.
