Los visitantes a la ciudad elogian el trato recibido y la limpieza, y resaltan los problemas para aparcar
La escasa información turística, la dificultad para aparcar y las pintadas callejeras son las principales quejas de algunos de los turistas que visitaron la ciudad en este puente. En cambio, la gastronomía y el tratamiento recibido reciben un "sobresaliente" por parte de los visitantes. Así se desprende de una improvisada encuesta a pie de calle, con 20 sujetos interpelados.
"Hemos ido a la Oficina de Turismo pero estaba cerrada", se quejan tres amigas portuguesas. La falta de plazas de aparcamiento -con 2 de cada 10 quejas- es otro de los "peros" que los visitantes encontraron a la ciudad. Las pintadas en las fachadas del casco antiguo engordan el listado de inconvenientes: "Desmerecen un lugar con tanto encanto", ponen en común un grupo de vallisoletanos que descansaba ayer en la Praza do Ferro.
Aunque el 25% de ellos achaca problemas de información e indicaciones imprecisas en los atractivos turísticos de la ciudad, la totalidad de los encuestados admite que recomendará la experiencia y promete otra futura visita. Y es que la mayoría de los turistas que aprovecharon el festivo del 1 de mayo para visitar la ciudad, lo hicieron este fin de semana por primera vez. Unos apuran el día para visitar todos los rincones de la ciudad, y otros se lo toman con más calma y lo reparten en varios días. En concreto, al 55% de los interpelados en este experimento se aloja en la ciudad. Los demás realizaron una visita de ida y vuelta -en el caso de los gallegos- o de paso, como camino a sus ciudades de origen.
Del 1 al 10, la gastronomía se lleva la mejor puntuación con hasta nueve notas máximas, por su "calidad-precio", un calificativo al que se refieren siete de cada diez encuestados. Le sigue muy cerca el tratamiento recibido, con ocho dieces. La limpieza de la ciudad también está bien valorada por los interpelados, que le otorgan, de media, un 7.
Todos ellos coinciden en señalar las termas como principal reclamo a la hora de elegir Ourense como destino. Lourdes Álvarez y su marido ya visitaron la ciudad con anterioridad, pero en esta ocasión, animaron a una pareja de amigos a acompañarles para que descubrieran las termas. "Son preciosas. Cogimos el trenecito y nos llevó hasta allí", explica la vallisoletana. Con todo, sí echaron en falta a un guía en su viaje en el tren turístico.
La más crítica fue Delia Antúnez, que viaja a menudo a Ourense, su ciudad natal, desde Lippstadt (Alemania), con su marido. "Me encantan las termas pero las veo algo desmejoradas. Aunque cobrasen entrada, deberían estar más explotadas", solicita.
Con todo, la pareja se queda con la gastronomía y el "buen trato", como la mayoría de los encuestados, que puntúan "de sobresaliente" ambos marcadores.
La gran parte de los visitantes interpelados vienen del centro de España, y una minoría viaja desde el extranjero. Del total de grupos encuestados, el 60% procede de la geografía española: siete de Castilla y León -particularmente de Valladolid-, tres de Madrid, uno de Málaga y otro de Asturias. El 25%, se desplazaron desde otras regiones gallegas (Vigo, Ferrol, Cedeira, Carballo y Silleda) y el 15% desde el extranjero (Alemania y Vila-Real y Algarve, en Portugal).
