TURISMO

Los visitantes copan las termas y el casco antiguo

photo_camera Largas colas para subirse al tren de las termas.

El día de mayor afluencia fue el viernes, con personas llegadas desde distintos puntos

 Durante las jornadas de Jueves, Viernes y Sábado santos, el ir y venir de fieles y el trasiego de las distintas procesiones se unió a los grupos de turistas que recorrían la ciudad. Algo que se hizo especialmente patente en las calles del casco viejo, especialmente a partir de la media tarde y por la noche. La llegada de las primeras lluvias durante la jornada del viernes no afectaron en absoluto este continuo trasiego de visitantes por las arterias ciudadanas.

"Me dijeron en el hotel que ésta era la mejor época para bañarse en las termas pero no me lo podía creer; ahora que lo veo, me hubiera gustado traer el bikini", apunta Judith Rodríguez, catalana residente en Madrid.  Paula Llorente,que también viene de la capital de España y trabaja en una televisión de ámbito nacional, acaba de regresar "de darme un baño en las termas de Outariz. Es genial que estén abiertas y la lluvia no es un impedimento, se está muy a gusto" -eran las cuatro y media de la tarde de ayer, cuando la lluvia jarreaba con fuerza-. "Nos lo recomendó una amiga nuestra que es de aquí", explica.

Diana Bercier, también de Madrid y estudiante de Agrónomos, reconoce que "es sorprendente que al lado del río haya unas termas naturales y ese contraste de temperatura; yo recomiendo probarlo". Son algunos de los turistas que visitan la ciudad de Ourense y su provincia, pero también hay gente que no viene de tan lejos, como Gabriel Ribeiro y Fátima Tubío, de Boiro, que, según señalan, "siempre hacemos una parada aquí porque está tranquilo y disfrutamos de las termas". Es el turismo de proximidad, que también se hace hueco estos días en Ourense.

Te puede interesar