Un mes sin cruzar el puente

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Muchos son los vecinos del barrio pontino que no "van a Ourense", como dicen todavía algunos mayores, desde el inicio del estado de alarma: "Aquí temos de todo, podiamos independizarnos"

Desde el inicio del estado de alarma, muchos son los pontinos que ya no cruzan al otro lado del río, "a Ourense", como todavía dicen los más mayores del barrio. La crisis del coronavirus ha dividido a la ciudad en sus dos orillas, y en A Ponte los vecinos reivindican su autosuficiencia. "A verdade é que aquí temos de todo, excepto se tes que ir ao CHUO; estes días se non traballas non precisas cruzar para nada", explica Alejandro Vázquez Lois, oriundo del barrio. "Yo la verdad es que estoy haciendo todo en la misma calle –avenida de Santiago–, casi no me muevo de aquí. Hay tiendas de comestibles, bancos...", opina Isabel Román, canaria afincada en A Ponte desde 2007. 

Los servicios del barrio son suficientes para cubrir las necesidades de estos días, aunque muchos aseguran que, de normal, tampoco cruzan el Miño a menudo. "Eu nunca vou, a verdade. Si que é certo que teño o médico no Cosaga, pero para o resto, aquí temos de todo", explica Bienvenido Rodríguez. La vida nocturna, tan ansiada estos días, sí tiene lugar del otro lado. "Se sales pola noite si, claro, aquí non hai locais, pero do resto ben nos podiamos independizar", bromea Vázquez Lois. "¡Canedo independencia!", añade.  


Identidad propia


María José González no cruza el puente desde hace un mes, ya que su trabajo, en O Couto, permanece cerrado desde el 13 de marzo. "Lo que echas de menos es la normalidad, pero en el barrio se está tan ricamente", asegura. Llegó a A Ponte en la década de los 70, y recuerda perfectamente aquello de "ir a Ourense" –Canedo se anexionó a la ciudad en 1943–. "Al principio sí teníamos que ir al centro de la ciudad para ir a una cafetería, por ejemplo, aquí había solo bares. Si querías comprar telas, ir al cine...", comenta. Poco a poco el barrio ganó más población, comercios de todo tipo y cafeterías, restaurantes. "Había tiendas de ropa para niños, para mayores... No tenías que cruzar a casi nada. Pero es verdad que desde hace unos años cerraron muchos comercios, ya no es lo mismo, ahora vuelves a depender más de lo que hay del otro lado", asegura. 

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