La Sala Valente acogió ayer los X Premios AJE Ourense, que entrega la Asociación de Jóvenes Empresarios de Ourense para reconocer su talento y esfuerzo a los emprendedores de la provincia. La presidenta de la agrupación empresarial, Nuria Iglesias, explica que “valoramos a empresas que ofrecieron algo innovador en sectores ya establecidos, logrando un nuevo resurgir”.
En primer lugar, recogieron el galardón al compromiso social María Susana Fernández y Fernanda Patiño, que ocupan, respectivamente, la presidencia y dirección de la Asociación Ourensana de Esclerosis Múltiple, Párkinson y Enfermedades Raras. Además, Roberto Verino recibió el Premio Mentor 2021 para reconocer una extensa trayectoria en la que demostró que se puede crear riqueza en el entorno rural de la provincia.
El premio a la mejor iniciativa emprendedora fue para Thais Ladra por su ID ShowRoom, estudio de diseño de interiores. Comenzó su andadura en el 2019, y la compañía ya creció hasta formar “una pequeña familia”, destaca Ladra, con un número de encargos en aumento debido al despegue de las reformas a lo largo de la pandemia. “Hoy se ve como algo prioritario sentirse cómodo en la vivienda”, valora. Realizan incluso diseños 3D para que sus clientes visualicen la transformación de sus hogares y espacios comerciales antes de que se lleven a cabo.
En esta misma categoría, resultó finalista Beatriz Alcalá, que inauguró en 2021, en pleno centro de la ciudad, una cafetería de curioso nombre, La zapatería del abuelo. Ocupa un edificio con dos siglos de historia.“Era el peor año para la hostelería, pero teníamos ya la iniciativa preparada y no había vuelta atrás. Abrimos y al día siguiente aumentaron las restricciones y nos cerraron”, recuerda. Pese a las dificultades, consiguieron salir adelante.
Por otro lado, la arquitecta Fátima Fernández fue destacada como mejor joven empresaria por su estudio de arquitectura creativa. Como ganadoras, tanto Ladra como Fernández podrán disfrutar de bonos para la realización de un Máster de IESIDE valorado en 2.500 euros cada uno, gracias al apoyo de Abanca al certamen.
Tecnología alimentaria
Entre las finalistas se encuentra la ingeniera técnica agrícola Gloria Bernárdez, que se especializó como asesora alimentaria para empresas, y trabaja desde hace un año en el proyecto Marca O Irixo, que engloba a ganaderos y agricultores de la zona.
Además, en la cooperativa Loureiro, se encarga del control de calidad del producto desde la materia prima. “Tentamos mellorar as receitas con probas desde o laboratorio”, explica. “En Galicia contamos cuns produtos agroalimentarios fantásticos que precisamos poñer en valor. Temos moitos complexos”, lamenta.
Otro de sus objetivos es que no se pierdan recetas tradicionales “coma a do requeixo tradicional, da avoa, á que engadimos bacterias de kéfir para que sexan ricas e boas para a saúde”.
UNA “COACH” DE LA RESPIRACIÓN EN CARBALLIÑO
Otra de las finalistas es María Bernárdez, a cargo de Moquiños Fisioterapia (O Carballiño). Su nombre no responde al azar: “Basicamente, quitamos os mocos á xente”, resume. Todo el mundo se sorprendía cuando se especializó en fisioterapia respiratoria. Ahora, con la pandemia, se le acumula el trabajo, ya que trata tanto las secuelas del covid como las patologías respiratorias cuya atención en los hospitales se vio lastrada por su saturación. Y ayuda a mejorar a personas asmáticas o con una EPOC, por ejemplo. “Temos a imaxe de que a fisioterapia é unha masaxe. Aquí a clave é ter bo oído, a auscultación e que o paciente tome conciencia da súa respiración”, resume.
