La Policía Nacional busca a su nieto, de 29 años y con antecedentes penales por robo y malos tratos, como principal sospechoso del crimen

Una vecina de la ciudad aparece muerta con varios golpes en la cabeza

Los operarios de Servicio Judicial trasladan el cadáver  para practicar la autopsia.  (Foto: MIGUEL ÁNGEL)
Una mujer muerta con varios golpes en la cabeza y su cadáver envuelto en la alfombra del salón. Esta fue la escena con que se encontró ayer la Policía Judicial nada más cruzar el umbral del piso 5-D del inmueble número 2 de la céntrica calle Concejo de la ciudad. La fallecida era la dueña de la vivienda, Dolores Rodríguez Míguez, de 77 años, una viuda con la que residía desde hace tres años uno de sus nietos, José Luis Pérez Rodríguez, de 29 años, al que ya le fallecieron sus padres (su madre era hija de la víctima).
El joven, con antecedentes penales por robo y malos tratos, no estaba en la vivienda y varias patrullas lo buscaron durante la jornada de ayer sin éxito, llegando incluso a llamar a su teléfono móvil sin obtener respuesta, convirtiéndose así en el principal sospechoso del crimen.

Dolores Rodríguez tiene otra hija y esta fue la que la encontró muerta cuando acudió a visitarla y alertó a la Policía a media mañana. A la vivienda se desplazó el médico forense y el titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Ourense, que decretó secreto de sumario, así como varias patrullas de las policías judicial y científica.

Dos técnicos del Servicio Judicial trasladaban el cadáver pasadas las dos de la tarde al Complexo Hospitalaria Universitario de Ourense para hacer la autopsia, mientras los investigadores precintaban la vivienda y recogían huellas (el material recopilado ocupaba tres bolsas y dos maletines) para esclarecer lo sucedido.

La septuagenaria podría llevar muerta entre 24 y 48 horas, según fuentes policiales, después de recibir al menos tres golpes en la cabeza con un objeto contundente, posiblemente un martillo. Tras fallecer, el agresor la envolvió en la alfombra del salón, tapándole la cara. La puerta de la vivienda no estaba forzada y los autores tampoco revolvieron nada en el interior ni se apoderaron de dinero, aunque los investigadores trabajan con la hipótesis de que el móvil del homicidio sea económico.


ORDEN DE ALEJAMIENTO

Dolores Rodríguez acogió a su nieto en casa como si fuera su hijo tras quedarse sin sus padres, pero la relación entre ambos al parecer no era buena, dado los problemas que el joven tiene, según fuentes de la investigación, con las sustancias estupefacientes, que le llevaron a cometer delitos, llegando a cumplir condena en la cárcel de Pereiro. Es más, la fallecida denunció en el juzgado hace unos cinco años, cuando aún vivía su marido, malos tratos por parte de su nieto, al que le fue impuesta una orden de alejamiento.

El crimen conmocionó a los vecinos, no sólo del inmueble número 2, si no que a los de toda la manzana. Charo Fernández reside en el piso superior al de la fallecida y nada más conocer la noticia apenas podía articular palabra. 'Estuve todo el tiempo en casa, pero no me enteré de nada, no escuché ningún ruido ni discusión', aseguraba, recalcando que aún ayer -refiriéndose al martes- había entrado en el edificio con el nieto de la víctima, tras estacionar éste su coche en una zona prohibida de la calle Concejo: 'Le dije: mira que dejas el vehículo mal estacionado y te lo puede llevar la grúa, pero me contestó que sólo subía un momento a la casa y ya se iba'.

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