El Concello no encuentra indicios y la empresa recuerda que es inspeccionada todos los meses

Los vecinos de Canedo reclaman el traslado de Sugasa por los ’malos olores’ que genera

La chimenea de Sugasa emitía humo blanco a primera hora de la mañana de ayer. (Foto: Miguel Angel)
La actividad que desarrolla Sugasa en Castro de Beiro sigue ocasionando molestias a los vecinos de Canedo. Al menos, así lo hicieron constar ayer al denunciar que se había producido una explosión en esta empresa, emitiendo humo negro y malos olores. Sin embargo, el Concello, que envió inmediatamente al lugar a dos técnicos de calidad ambiental, sostiene que no hay evidencia alguna de que se haya producido ningún incidente en la empresa, ’que ejerce la actividad para la que tiene licencia’.
La Asociación de Vecinos de San Miguel de Canedo ha vuelto a denunciar en el Juzgado a la empresa Sugasa porque, según María José Fernández, representante de los afectados, a las 8,30 horas se oyó en Seoane una explosión procedente de dicha industria, emitiendo, a continuación, humo negro. Además, reitera su sospecha de que realiza una actividad incineradora de reses y se queja de los malos olores que genera.

Pero el edil de Medio Ambiente, Demetrio Espinosa, asegura que el Concello no tiene conocimiento de ningún dato que avale que haya habido una explosión o accidente laboral en la empresa, ni de que se esté desarrollando una actividad ilegal. ’Recibimos la llamada de los vecinos sobre las 9 horas y enviamos a los técnicos de calidad ambiental, que llegaron al lugar en unos 15 minutos. Una vez allí, comprobaron que salía de la fábrica humo blanco, que era vapor, y tampoco detectaron olores. Estamos vigilando el tema, pero la actividad que desarrolla la empresa es para la que tienen licencia’.

Por su parte, el gerente de Sugasa, Raúl Pérez, niega que haya habido una explosión y añade que ’el Concello y Seprona así lo han comprobado’. Según su versión, ’el humo negro se debió a un atasco en la caldera de vapor, porque el jueves nos quedamos sin gasóleo, lo que arrastró foso, produ ciéndose una mala combustión. Pero estamos trabajando normalmente. El ruido que oyeron los vecinos pudo ser un barreno de las obras del AVE’.

Los afectados, sin embargo, temen que la empresa funcione ’como una incineradora que humea día y noche’ y se quejan por el ’constante olor a sebo de las grasas que se queman por la noche; como consecuencia, padecemos dolores de cabeza, problemas de respiración, sequedad de mucosas y ojos. Además, tenemos índices muy altos de incidencia de cáncer’, afirma María José Fernández.


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