La Finca da Marquesa es una tranquila zona a escasos minutos del tránsito rutinario de la ciudad. Aunque no está lejos, las casas y la calles casi sin asfaltar dibujan un barrio casi rural. Pero toda esa calma se interrumpió cuando en mitad de la noche una gran explosión hizo temblar los hogares.
Un depósito de gas estalló a la hora de la cena en una de estas viviendas, y la luz del fuego iluminó las calles de esta zona casi sin farolas. Rápidamente, como en cualquier aldea, los vecinos se asomaron a las ventas y salieron a la calle para saber qué había sucedido.
"Escuché un 'boom' que tembló toda la casa", comenta Noa, que estaba trabajando con el ordenador en su habitación. "Después solo escuché sirenas y todo olía al humo de la casa", relata entre los ladridos de los perros de la zona.
Benjamín, que también vive en la zona, confirma que el origen de la explosión estaba en un depósito de gasoil. "O que levamos é o susto", asegura.