Los vecinos del número 37 de la calle Bonhome pasaron cerca de un año atestiguando las entradas y salidas de clientes al segundo piso, donde estaban recluidas las mujeres. Violencia, ruido y amenazas se convirtieron en el día a día en el inmueble
El número 37 de la calle Bonhome de Ourense se convirtió en un infierno para las numerosas mujeres que fueron captadas y obligadas a prostituirse durante el último año. También, en menor medida,…
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