Sólo se construyó la mitad del vial, cuya conclusión mejoraría la accesibilidad de los barrios contiguos

Los vecinos de Rairo urgen que se termine la ronda este, mientras Seixalbo pide otro trazado

Estado actual de la calle Antolín Losada. (Foto: M.A.)
Aunque hace ya tres años que finalizó la segunda fase de la circunvalación este, aún no comenzaron las obras para construir los tramos que la enlazarán con la N-525 y la A-52, que permitirían dar sentido al vial y supondrían una gran mejora en la accesibilidad de la zona este de la ciudad. Ante esta situación, los vecinos de Rairo y zonas próximas, como la Residencia, demandan la urgente ejecución del vial. No obstante, desde Seixalbo se oponen al trazado previsto y anuncian movilizaciones si se llega a ejecutar.
Casi tres años después de que terminase el segundo tramo de la ronda este de la ciudad, todavía no se han iniciado las obras de los dos que están pendientes: Rairo-Seixalbo y Seixalbo-acceso a la A-52. Por ello, los vecinos de Rairo consideran que el vial debería ejecutarse con urgencia, ya que esta localidad y los núcleos de su entorno han tenido históricamente unos deficientes accesos, según expresa el presidente de la Asociación de Vecinos de Santa Lucía, Antonio López. De hecho, el tramo que queda pendiente sería el que permitiría aprovechar todo el potencial de la nueva infraestructura, facilitando la conexión con la autovía. De este modo, este nuevo cinturón viario agilizaría el acceso al CHOU o a barrios como San Francisco o el de la Residencia, que en los últimos años han experimentado una gran expansión debido a la construcción de nuevas urbanizaciones, aliviando además el tráfico en zonas urbanas.

No obstante, en Seixalbo están en desacuerdo con el trazado previsto, que pasa muy cerca de las viviendas de la zona. Así, los vecinos explican que la semana pasada aparecieron carteles de una empresa de topografía que les convocaba ayer a reuniones en las fincas afectadas para ir preparando las expropiaciones. Sin embargo, en una asamblea que mantuvieron el domingo acordaron no acudir a esta cita (alegan que no es el trámite correcto, pues deberían ser convocados en un local institucional) y sostienen que van a emprender movilizaciones si comienzan las obras. Juan Cid, portavoz vecinal, indica que la ejecución de esta infraestructura debería posponerse hasta que esté elaborado el nuevo PXOM y alega que hay alternativas menos lesivas, como su desvío por el Cumial y Ponte Noalla hacia la A-52, completándose con la conexión a la autovía que reclaman los empresarios de San Cibrao.

Por otra parte, los vecinos de Rairo urgen al Concello que acondicione la calle Antolín Losada (que comunica la OU-513 con la carretera de Santa Mariña), para dotarla de aceras, pasos de cebra elevados y señalización horizontal y verti cal, que garantice la seguridad de los usuarios. Los vecinos alegan que el vial supone uno de los principales accesos al CHOU, así como a la Guardia Civil o al asilo de San José, entre otros, y debería estar acondicionado como travesía urbana.


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