Reportaje

La Vía da Plata estrecha lazos con el Camino Celta

Katherine Fingleton, en el centro con su pañuelo y sus bastones, este fin de semana.
photo_camera Katherine Fingleton, en el centro con su pañuelo y sus bastones, este fin de semana.
La Camino Society es una asociación dedicada a poner en valor a una decena de rutas a Compostela que se inician en Irlanda. Una de sus voluntarias, Katherine Fingleton, está completando la Vía da Plata y fue recibida a su llegada a la ciudad.

La Asociación Cultural Amigos del Camiño Mozárabe–Vía da Plata organiza cada 15 días una peregrinación de reconocimiento a lo largo de este itinerario, en una etapa distinta cada vez. Su objetivo es comprobar el estado de conservación de las rutas y la afluencia de peregrinos. Y, en su excursión del último fin de semana, cuando cubrían el trayecto Xunqueira de Ambía-Ourense, se encontraron con una grata sorpresa: la de conocer a Katherine Fingleton, a quien acompañaron y regalaron un pañuelo de la Vía da Plata.

Ella es una peregrina irlandesa que participa como voluntaria en la Camino Society de Irlanda, asociación fundada en 1992 para reivindicar al conocido como Camino Celta. Y ahora Fingleton colabora para poner también en valor el itinerario ourensano en las islas, completando este recorrido desde Puebla de Sanabria: nada menos que 250 kilómetros. Desde la asociación ourensana, su presidente, José Luis Rodríguez, precisa que este es el punto desde el que más peregrinos inician la Vía da Plata, gracias a la buena conexión del AVE. 

El camino Celta

En el objetivo de cubrir los 100 kilómetros necesarios para obtener la “Compostela”, este itinerario aúna un mínimo de 25 kilómetros recorridos en Irlanda con 75 kilómetros posteriores, a realizar después desde A Coruña. 

Ya oficializaron, a lo largo y ancho de Irlanda, nueve trayectos para cubrir el inicio del Camino Celta. Y es que parte de la labor de la Camino Society es promover la oficialización de nuevas rutas, al igual que se intenta en la provincia con itinerarios como el Camiño Miñoto-Ribeiro o el de San Rosendo. La más corta es la de Boyne Valley, que coincide con el mínimo de 25 kilómetros, pero las rutas se extienden por toda Irlanda en ubicaciones como Dublín, Meath, Louth o Waterford, y, si bien se pueden recorrer en solitario, también se organizan jornadas con guías oficiales. 

En cualquier caso, el procedimiento es cubrir las credenciales a lo largo de la marcha, de igual modo que en la península. Entonces se consigue la “Celtic Camino Compostela”, que se complementará después con la española.

Los libros de historia recogen numerosas peregrinaciones de este tipo, también en países como Inglaterra y Escocia, para enlazar luego con las principales rutas del Camino de Santiago tras arribar en puertos como Ferrol o A Coruña. 

Recuerdos de Ourense

Fingleton revela que el objetivo de su viaje es “disfrutar en soledad, alejada de grandes aglomeraciones, y conmemorar el Año Santo”. Este es también el motivo por el que decidió realizarlo sin más compañía que la que se va encontrando. Y quedó grabada en sus ojos la imagen de Ourense, que define como “una bonita ciudad, llena de movimiento, con buenos bares y restaurantes y habitada por gente muy simpática”, y de ella destaca “un dinámico casco antiguo y un precioso puente Romano”. Pronto culminará su itinerario y pondrá en conocimiento de sus compatriotas la singularidad de la provincia.

La peregrina irlandesa, en el día de ayer, ya se encontraba a la altura de Castro Dozón a la hora de comer, y durante la tarde continuó su camino hacia las ruinas de Santo Domingo, restos de una iglesia gótica del siglo XIV. Hoy espera llegar a Silleda.

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