Política local

Villarino maniobra, sin apoyos, para intentar derrocar a Baltar

photo_camera Villarino, en un pleno de la Diputación de Ourense (ÓSCAR PINAL).
El líder del PSOE trata de negociar una moción de censura en la Diputación abocada al fracaso

Los movimientos políticos llegan también a la Diputación. Con el PP en minoría desde la destitución de Miguel Caride como vicepresidente segundo tras la crisis en Democracia Ourensana, el PSOE de Rafael Rodríguez Villarino ha querido maniobrar para intentar llevar adelante una moción de censura contra el gobierno de Manuel Baltar. En la negociación, al igual que sucedió recientemente y al inicio del mandato en el Concello de Ourense, no ha conseguido cerrar ningún apoyo del resto de formaciones, sino que el único que vería con buenos ojos estudiar un acuerdo sería, curiosamente, Miguel Caride.

Con 12 de los 25 diputados en manos del PP, cualquier moción de censura pasaría inexcusablemente por el voto a favor del resto de representantes de la institución (nueve del PSOE, dos de DO y uno de BNG y Ciudadanos). Para buscar ese cambio en el ente provincial, Villarino lleva dos semanas tratando de convencer a otras fuerzas, aunque ni siquiera a todas, dado que no ha hablado con el BNG, dando por descontado su apoyo. Pese a ello, insiste en que la operación está viva.

"La Diputación está pendiendo de un hilo, seguimos pensando lo mismo porque todas las fuerzas queremos cambiar y no cejaremos en el empeño", señala Villarino.

Para el presidente de la Diputación, Manuel Baltar, la sensación es de absoluta tranquilidad, asegurando que la situación en el Pazo provincial es de "una total normalidade". Admite que era conocedor de los movimientos que impulsó Villarino pero dijo que en ningún momento llegó a tomarse en serio la operación. "Por enésima vez tivemos a oportunidade de comprobar a falta de capacidade política de Villarino, a quen lle desexo moito tempo ao frente do PSOE provincial".

Villarino atribuye esas declaraciones a que "el PP está herido y debilitado", haciendo alusión a la moción de censura en Ribadavia y ligando la entrada de los populares en la junta de gobierno de la ciudad también a estos movimientos.

Reacciones del resto

Caride, que según fuentes consultadas, no vería con malos ojos una operación que acabase en la moción de censura, niega que esto sea así. "Yo no di ningún compromiso", asegura el ex vicepresidente segundo provincial, que con todo sí reconoce reuniones con el socialista, "en las que hablamos del Concello y se comentó también lo de la Diputación".

La otra pieza de DO necesaria para el puzle es Armando Ojea. Villarino llegó a plantearle la propuesta al líder de DO, Gonzalo Pérez Jácome, que delegó en su antiguo colaborador Rafael Cachafeiro la conversación. Jácome, sin embargo, nunca participaría en una operación así con Caride.

En Ciudadanos también reconocen contactos. Además, según ha podido saber este diario, el PSOE llegó incluso a poner sobre la mesa la posibilidad de que la diputada naranja, Montserrat Lama, ocupase la presidencia de la Diputación. Ciudadanos ve la situación "rocambolesca" y destaca que "esto no va de sillones y puestos", ofreciendo de nuevo negociaciones cruzadas en Concello y Diputación. En la ecuación entra también el ofrecimiento del PP a Montserrat Lama para entrar en su gobierno con una vicepresidencia, que tampoco contemplan los naranjas por ahora.

El diputado del BNG, Bernardo Varela, confirma que nadie del PSOE lo llamó, "aunque si chegáronme rumores". Reconoce que "parece difícil" que fructifique una moción de censura. 

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