El proyecto de Lei de Saúde de Galicia, debatido en el Parlamento, elimina el derecho de los pacientes a recibir asistencia sanitaria antes de concluir un tiempo máximo, ignorando que las listas de espera son la principal preocupación de los usuarios del Sergas. Así lo asegura Miguel Santalices, portavoz del PP en la comisión de Sanidade.
El PSOE y BNG rechazaron ayer la enmienda a la totalidad del PP a la Lei de Saúde de Galicia, por lo que comienza la tramitación parlamentaria de una norma que la conselleira de Sanidade, María José Rubio, definió como un proyecto garantista, mientras que los populares auguraron su fracaso por desamparadora.
En el debate parlamentario sobre el proyecto de ley, la titular de Sanidade alegó que éste culmina el establecimiento de las bases de transformación de la sanidad gallega.
Por su parte, el popular Miguel Santalices se sorprendió de que esta norma reproduzca en un 90% el texto del articulado anterior aún vigente, que es una buena ley en manos de malos gestores, por lo que auguró sobre el nuevo proyecto su fracaso.
El diputado popular apostó por plasmar en la ley el derecho de todos los enfermos a recibir asistencia en un plazo máximo de 60 días cuando se trata de una intervención quirúrgica y de 45 días para una primera consulta. De no ser así, afirmó que el Sergas debería ofrecer al paciente el derecho a ser derivado a cualquier otro centro capaz de prestar esa asistencia sin coste para el enfermo.
Sin embargo, según Santalices, este proyecto de ley elimina el derecho que hoy tienen los pacientes a recibir asistencia quirúrgica antes de 180 días, igno rando que las crecientes listas de espera constituyen la principal preocupación de los usuarios del Sergas.
Santalices llamó la atención sobre la intención del bipartito de establecer la movilidad forzosa de los 40.000 profesionales que integran el cuadro personal del Sergas, lesionando derechos laborales adquiridos y atentando contra la estabilidad geográfica de los trabajadores.
Por otra parte, afirmó, también en el Parlamento, que el incremento del consumo de drogas que se está registrando en Galicia pone de manifiesto la ausencia de medidas de prevención eficaces. En esta misma línea, aseguró que las enfermedades de transmisión sexual registran crecimientos preocupantes.
En cuanto al Centro de Transfusión de Galicia, sostuvo que por primera vez es incapaz de garantizar el abastecimiento de sangre necesario para atender toda la actividad quirúrgica que se desarrolla en Galicia.
Por último, apuntó que los médicos de cabecera, saturados, carecen de tiempo para dedicarse a tareas de promoción y protección de la salud.
En el debate parlamentario sobre el proyecto de ley, la titular de Sanidade alegó que éste culmina el establecimiento de las bases de transformación de la sanidad gallega.
Por su parte, el popular Miguel Santalices se sorprendió de que esta norma reproduzca en un 90% el texto del articulado anterior aún vigente, que es una buena ley en manos de malos gestores, por lo que auguró sobre el nuevo proyecto su fracaso.
El diputado popular apostó por plasmar en la ley el derecho de todos los enfermos a recibir asistencia en un plazo máximo de 60 días cuando se trata de una intervención quirúrgica y de 45 días para una primera consulta. De no ser así, afirmó que el Sergas debería ofrecer al paciente el derecho a ser derivado a cualquier otro centro capaz de prestar esa asistencia sin coste para el enfermo.
Sin embargo, según Santalices, este proyecto de ley elimina el derecho que hoy tienen los pacientes a recibir asistencia quirúrgica antes de 180 días, igno rando que las crecientes listas de espera constituyen la principal preocupación de los usuarios del Sergas.
Santalices llamó la atención sobre la intención del bipartito de establecer la movilidad forzosa de los 40.000 profesionales que integran el cuadro personal del Sergas, lesionando derechos laborales adquiridos y atentando contra la estabilidad geográfica de los trabajadores.
Por otra parte, afirmó, también en el Parlamento, que el incremento del consumo de drogas que se está registrando en Galicia pone de manifiesto la ausencia de medidas de prevención eficaces. En esta misma línea, aseguró que las enfermedades de transmisión sexual registran crecimientos preocupantes.
En cuanto al Centro de Transfusión de Galicia, sostuvo que por primera vez es incapaz de garantizar el abastecimiento de sangre necesario para atender toda la actividad quirúrgica que se desarrolla en Galicia.
Por último, apuntó que los médicos de cabecera, saturados, carecen de tiempo para dedicarse a tareas de promoción y protección de la salud.
