Fugaces o no, las estrellas han sido objeto de observación desde el inicio de la historia. Y es que el cielo tiene un magnetismo que siempre ha fascinado al ser humano.
Es imposible no experimentar una sensación mágica en una noche de verano bajo el cielo estrellado, más si se disfruta de una espectacular lluvia de meteoros como son las famosas Perseidas.
Agosto es el mes perfecto para los amantes de la astronomía o, incluso, para cualquiera que disfrute contemplando este fenómeno. El cielo siempre es mágico, sobre todo si se sabe descifrar el laberinto de luces y colores que ofrece, pero durante los días 10 y 14 de este mes muestra sus bellas Perseidas o Lágrimas de San Lorenzo.
Este año, la luna no acompañará. Y es que para esas fechas estará cerca del plenilunio, por lo que la luz del satélite no dejará ver más que los meteoros brillantes. Estos no son más que pequeñas partículas, del tamaño de granos de arena, que proceden de cometas. En este caso, del 109P/Swift-Tuttle. Durante estos días la Tierra recorre en su órbita la zona de escombros de este cometa, y así se produce el vistoso fenómeno.
Como siempre, el mejor consejo siempre es tumbarse, abarcar el máximo campo de visión celeste y tener algo de paciencia. Los expertos apuntan a que los días de mayor actividad serán el 12 y 13 de agosto, que coinciden con un viernes y un sábado por lo que ese fin de semana se postula como el ideal para una excursión estelar.
Destinos
Algunos lugares de la geografía gallega son especialmente conocidos por la buena visibilidad de la bóveda celeste que ofrecen. El Parque Nacional Das Illas Atlánticas es el más reputado, un paraje único para conectar con toda la naturaleza. Lugo también guarda un santuario para la observación de los astros, concretamente en Muras, a dos horas de Ourense.
Sin embargo, Ourense cuenta con su propio destino Starlight, el Centro Astronómico Trevinca. Un espacio inigualable para aprovechar este fenómeno estelar. Para quienes prefieren buscar su propio mirador, los consejos esenciales: alejarse de la luz artificial, evitar zonas con cielos nublados y escoger un lugar cómodo para poder tumbarse y contemplar el cielo durante unas horas mágicas.
