Este Día del Libro, que se celebra cada año el 23 de abril, que no se te pase sin conocer la historia detrás de esta fecha tan señalada, por qué el hábito de la lectura es tan importante y qué deparará el futuro.
La historia detrás del Día del Libro
Cada 23 de abril se celebra el Día del Libro, pero muchas personas no conocen el motivo. El 23 de abril de 1616 murieron tres de los escritores más famosos de la historia: Miguel de Cervantes, William Shakespeare y Garcilaso de la Vega. El Día del Libro se celebra desde 1926; y desde 1930 en su fecha actual, que coincide con el día de Sant Jordi.
Además de fomentar la lectura, en este día se reivindica también el respeto a los derechos de autor; y cada año se elige a una ciudad para erigirse como "capital del libro". Madrid fue la escogida en 2021. Este año, la sede será Accra, ciudad de Ghana.
En este día, se celebran actividades culturales y las librerías ofrecen descuentos para fomentar la práctica de la lectura, un hábito aún más maravilloso si se echa mano de los clásicos de la literatura.
¿Por qué leer es importante?
Las razones por las que leer es importante son innumerables, más allá de la propia información que contengan las páginas, que nos mantendrá actualizados y aumentará nuestra cultura.
Además, la práctica de la lectura ayuda a despertar nuestra imaginación y curiosidad, supone un ejercicio vital para nuestro cerebro (algo importante durante toda la vida, pero especialmente a edad avanzada), nos permite entrelazar recuerdos y crear otros nuevos, libera emociones y nos permite desconectar del mundanal ruido y explorar otros mundos por unos instantes, como en una meditación guiada.
Y, además, leer no solo nos permite conocer mejor lo externo, sino también a nosotros mismos; así como mejorar la manera en la que nos comunicamos.
El futuro: los libros electrónicos, frente a los impresos
Ambos formatos cuentan con ventajas y desventajas, si bien los fans más acérrimos de la lectura tenderán a decantarse por leer en papel.
Las ventajas del libro impreso son la independencia de la conexión a internet o la batería de un dispositivo y la estimulación sensorial (con ese tacto y ese olor tan característicos).
Eso sí, también tiene desventajas. La principal de ellas, el daño al medio ambiente y el espacio que ocupan los volúmenes de una gran biblioteca que puede caber en una tarjeta de memoria. Además, suele ser más caro que el formato digital.
En cuanto a los libros electrónicos, pueden llevarse a cualquier parte, permiten cambiar el tamaño de letra y la edición resulta menos costosa (por lo que es aún más sencillo que salgan al mercado libros de todo tipo y de lectores que acaban de empezar, y que se difunda su obra).
Cómo apoyar a las librerías y bibliotecas locales
Parte del encanto de la lectura nace de visitar una antigua y pequeña librería y encontrar, de forma sorpresiva, una obra que nos inspire. Además, acudir al mercado local nos permitirá contribuir a la economía de proximidad y a la sostenibilidad del medio, así como generar empleo en nuestro lugar de residencia. Y podremos encontrar ejemplares únicos y descatalogados.
Además, el consejo de los responsables del local será siempre grato y nos ayudará a adquirir nuevos conocimientos y fascinarnos por diferentes autores y estilos, lo que enriquecerá la experiencia.
