Cinco grandes obras imperecederas (una de ellas, ourensana) para celebrar este Día del Libro

Libros (EFE).
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Libros de Rosalía de Castro, James Joyce, Miguel de Cervantes o Eduardo Blanco Amor para entregarte a la lectura.

Recomendamos cinco grandes obras para celebrar este Día del Libro, aunque realmente no se necesita ninguna excusa para leerlas y siempre es buen momento. Por supuesto, podrían ser muchas otras y no están todas las que son, pero son todas las que están. 

Miguel de Cervantes Saavedra 

Don Quijote de la Mancha (de 1605 la primera parte, publicada en 1615 la segunda)

Si bien Cervantes creó numerosas obras de éxito, ninguna del parangón de lo que logró con su Quijote (y, principalmente, con su primera parte). Ya solo por su cuidado lenguaje merecería su lectura por los siglos de los siglos, pero es que además incluye un sinfín de críticas a la sociedad y el arte de su época, y fue tan transgresora que su influencia sigue haciéndose notar en las obras que se publican hoy. Sin esta obra, calificada como la primera novela moderna, la historia de la literatura habría sido muy distinta. 

Rosalía de Castro

Follas Novas (1880)

Este poemario de la autora gallega consiguió para ella la inmortalidad, siendo aún recordada hoy, y no solo dentro de las fronteras gallegas. En esta compilación de poemas, la escritora se volcó hacia la crítica social sin olvidarse de temas transcendentales y metafísicos como el paso del tiempo o la ausencia de Dios.

James Joyce

Ulises (1920)

James Joyce revolucionó la literatura moderna con una novela intrincada que muy pocos terminaron pero cambió la percepción de todos los que lograron acabarla. Estamos ante un libro que, para explicarlo, se necesitarían cuatro libros más.

"Ulises", que (se supone) cuenta una historia basada en la mítica "Odisea", está compuesto por un sinfín de sinsentidos, y apenas deja entrever algo de luz a través de su enrevesado y brumoso argumento, pero cada capítulo supone un ejercicio de estilo perfecto.

Joyce quería escribir algo tan complicado de entender que siglos después siguiera ocupando el tiempo de los expertos en literatura. Todo parece indicar que lo consiguió.

J.D. Salinger 

El guardián entre el centeno (1951)

Fue, con "1984" O "Un mundo feliz", el primer libro de muchos. Su protagonista es un adolescente inadaptado, adjetivo que podría aplicársele a cualquiera en medio de esa época de cambios.

Este es un libro profundo, lleno de emociones (también deprimente, a veces) con el que se conecta como si te susurraran al oído y que puedes leer mil veces sin cansarte.

Eduardo Blanco Amor 

A esmorga (1959)

La novela más famosa del escritor ourensano, que retrata un mundo sórdido a través de la más trágica de las noches. Todo sin olvidarse del humor.

Pura picaresca gallega, que contó con una adaptación audiovisual y seguirá recordándose dentro de décadas aunque, como todos sabemos, ya no se lean tantos libros como antes.

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