Tras el fallecimiento de Francisco Ibáñez, se multiplican las reacciones de cariño desde el mundo de la cultura o la política. Y no es para menos, ya que sus obras forman parte de la infancia de muchas generaciones, en aquellos tiempos sin internet en el que la posesión de un cómic suyo podía suponer la diferencia entre pasar una tarde aburrida o divertida.
Por ello, este artículo trae 10 portadas de su más célebre creación, Mortadelo y Filemón, para despedir a Ibáñez como se merece, en recuerdo de su talento y trabajo a destajo durante tantas décadas.
Si puede sacarse algo en claro después de repasar buena parte de las portadas de los cómics de Mortadelo, es que una de las constantes son las situaciones dramáticas y extremas en las que terminan los antihéroes, en situación de peligro de muerte casi constante. No obstante, por fortuna, cuentan con el nunca reconocido superpoder de la resistencia sobrehumana a los golpes, así que sobreviven a todo.
Esta es otra de las portadas, en la que los protagonistas se encuentran en situación de igual peligro. Una de las constantes en estas ilustraciones es la propia firma de Ibáñez, que aparece como un papelito, a veces incluso con extremidades, y también no pocas veces a punto de ser aplastado o agujereado.
¿Qué significa la muerte para personajes eternos como estos? Poco más que nada. De ahí que sea tan común ver las jugarretas que se hacen entre ellos Mortadelo y Filemón, ni cortos ni perezosos. Otra de las constantes de las portadas es la aparición de gatos y otros pequeños animales, que suelen tener su propio gag en miniatura.
Numerosos cómics de la serie se dedican a homenajear algún evento deportivo, normalmente Juegos Olímpicos o mundiales de fútbol.
Las longanizas colgando, una de las marcas de la casa.
En historietas más recientes, Ibáñez recoge y trata temas de actualidad como la irrupción de Operación Triunfo, la urgencia del cambio climático...
A buen seguro Mortadelo se lo pasaría más que bien en los Entroidos de la provincia de Ourense.
Las referencias a obras de artistas como Goya son recurrentes, para quien sepa leer entre líneas. La relectura en la madurez trae nuevos significados.
Y no se queda atrás Ibáñez en lo que respecta a criticar a la clase política.
En ocasiones, se llegaron a preparar varias portadas de la misma historieta, como en este caso (pertenece a la misma que la portada anterior).
