Factores socioeconómicos perjudican la educación española, según un estudio

El descenso del PIB y de la renta per cápita, el aumento del desempleo y la reducción de la inversión en enseñanza y del sueldo de los profesores son factores que han influido negativamente en el rendimiento de la educación española en los últimos años.

España baja un puesto y se sitúa en la posición 29 de 40 países respecto a 2012 en el índice mundial de aprendizaje The Learning Curve 2014, elaborado por The Economist Intelligence Unit y publicado por Pearson.

Corea del Sur, Japón, Singapur y Hong Kong encabezan la lista de educación general gracias a una "cultura de la responsabilidad" tanto de profesores, como estudiantes y padres.

Además, la sociedad valora a los profesores y a las escuelas "mucho más que en cualquier otro lugar del mundo", según las conclusiones, difundidas en una nota.

Finlandia cae del primer puesto al quinto, debido principalmente a que han bajado los resultados de sus alumnos en Lectura, Matemáticas y Ciencias en el la última Evaluación Internacional de Alumnos de 15 años de la OCDE (PISA).

El Reino Unido se mantiene en el puesto sexto por una mejor puntuación en las pruebas PISA y también en PIRLS (comprensión lectora de alumnos de cuarto de primaria) y el aumento de la tasa de graduación de universitarios.

Canadá y los Países Bajos también están entre los diez primeros clasificados, pero España desciende un puesto y se sitúa entre Portugal y Bulgaria.

Según el estudio, muchas economías emergentes están invirtiendo más en educación, aunque todavía no se refleja en una mejora de los resultados: Brasil, México e Indonesia ocupan los puestos inferiores de la tabla.

The Learning Curve demuestra que la educación tiene "correlación" con el crecimiento económico: el tiempo medio de escolarización ha estado vinculado estadísticamente a la productividad laboral de las naciones durante las dos últimas décadas.

Algunos países en desarrollo, como los citados, ocupan los últimos lugares en las pruebas PISA, lo que plantea si estas naciones pueden soportar niveles sostenidos de crecimiento económico a largo plazo.

Además, el estudio constata que el aprendizaje de habilidades y destrezas, no sólo de conocimientos, sirve para mejorar los resultados educativos y económicos de un país.

Los datos para el estudio proceden de las pruebas de alumnos citadas y de TIMSS (Matemáticas y Ciencias para alumnos de cuarto de primaria), tasas de alfabetización, graduación escolar y universitaria, PIB, renta, empleo o criminalidad, entre otros indicadores.

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