El peligro de la listeria

En los últimos 3 años hemos vivido dos embarazos. Una de las muchas preocupaciones para llevarlos a buen término, en concreto y para lo que el tema nos atañe, era el cuidado de la alimentación de la madre. 

Las hortalizas, verduras y frutas se limpiaban en una solución para la higiene alimentaria. Las carnes a la plancha se cocinaban hasta ser suela de zapato (en cocina lo que se denomina punto ++), la tortilla melosa de papá se terminaba con 2 minutos en el microondas, el jamón serrano se comió un par de veces por embarazo previa congelación de 48 horas y la limpieza y cuidado de las superficies y utensilios fue como si fuéramos a operar una persona a corazón abierto. ¿Exageración? Pues a mi parecer no. El miedo a un contagio por listeria era mayor a pequeño placer de parar en A Cañiza a comer un bocata de jamoncito…

El microbio listeria monocytogenes provoca una infección grave llamada listeriosis. Es una bacteria que puede encontrarse en el suelo, en el agua y en las heces de los animales. La infección puede aparecer si consumimos vegetales que provienen de suelos contaminados o de estiércol contaminado (usado como fertilizante), consumiendo carne contaminada poco hecha, comiendo productos lácteos hechos con leche no pasteurizada o degustando ciertos alimentos procesados como fiambres, salchichas, quesos blandos…

Es una infección que principalmente afecta a mujeres embarazadas, gestantes, recién nacidos y personas con el sistema inmune debilitado contraen infecciones graves del torrente sanguíneo (septicemia), del cerebro (meningitis o encefalitis). Estas infecciones por listeria también pueden afectar a otras partes del cuerpo, como los huesos, articulaciones, órganos…ect.

La sintomatología puede variar según la persona o parte del cuerpo afectada. Puede causar fiebre y diarrea como si de otra infección microbiana se tratara, o si la infección va mas allá del tracto intestinal. 

En una mujer embarazada puede solo presentar un cuadro de fiebre, fatiga o dolores musculares. Pero, la infección durante el embarazo puede causar aborto instantáneo, muerte fetal, parto prematuro, o infecciones potencialmente mortales en el recién nacido, las cuales, sobreviviendo a ellas, pueden determinar la salud de la criatura. 

También pueden afectar a los mayores de 65 años, a las personas con s ida, a los que están recibiendo tratamiento de quimioterapia, diabéticos o enfermos renales o a pacientes con medicación para impedir el rechazo de un órgano trasplantado.

 Para prevenir una infección por listeria, sobre todo pensando en las personas de riesgo, debemos mantener bien limpios nuestros utensilios en la cocina, lavando muy bien los vegetales, sobre todo si los vamos a consumir en crudo. También debemos cocinar los platos de carne, ave y huevos, hasta que tomen una temperatura segura. Especial atención a los lácteos y productos lácteos que se elaboran a partir de leche no pasteurizada y a los fiambres semicrudos o curados, y procesados que puedan contener dicha bacteria.

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