Sabemos que el amor hay que demostrarlo todos los días del año y que San Valentín para muchos sólo es una fecha en el calendario, pero si te apetece sorprender a tu pareja en este día huyendo de los típicos planes de cenas románticas, sesión de cine o regalos materiales traemos estas cinco oportunidades para escapar de la rutina y decirle todo lo que la quieres sin salir de la provincia.
1. Paseo en catamarán por la Ribeira Sacra y cata de vino
La Ribeira Sacra es uno de los principales atractivos de Ourense. Está llena de rincones espectaculares que ofrecen una romántica estampa de la que podréis disfrutar subidos a uno de los catamaranes que hacen el recorrido por los Cañones del Sil. Por si las vistas no fuesen suficiente, tendréis la ocasión de probar uno de los vinos que se producen en la zona. Un plan distinto con el que seguro que triunfaréis.
2. Kayak en pareja
Escapar de la rutina puede ser sinónimo de realizar actividades diferentes en pareja como puede ser una buena sesión de kayak, clave para comprobar lo compenetrados que estáis. Podréis realizarlo en el embalse de Castrelo de Miño y pasar un día en pareja por la zona.
3. Descubrir los encantos del Xurés
Una de las joyas naturales de Ourense, aún por descubrir para muchos, es el Parque Natural Baixa Limia-Serra do Xurés, que alberga una gran oferta de senderismo y naturaleza. Podéis aprovechar el buen tiempo y atreveros con alguna de las diferentes rutas con las que cuenta este espacio, de diferente longitud y dificultad, para conocer este maravilloso entorno.
4. Disfrutar de un masaje para dos
A veces el estrés puede hacer mella en la relación. Una buena forma de eliminarlo y dedicaros un tiempo es disfrutando de una sesión de masajes o tratamientos corporales en pareja.
5. Ver las estrellas en Trevinca
¿Hay algo más romántico que observar el paisaje de una noche estrellada cuando se va el sol? Este plan es posible en A Veiga, convertido en uno de los puntos de referencia para los amantes de la astronomía. Si te animas, incluso puedes llevar un vino y algo de picar para tener una cena en un entorno íntimo y con unas vistas inmejorables. Eso sí, no olvidéis ir con ropa de abrigo.