Mucha gente se extraña que adoptar un perro cueste un precio casi simbólico ya que, lo estás adoptando, no comprando. Sin embargo, las asociaciones protectoras de animales tienen una inmensa cantidad de gastos que deben cubrir. Este dinero que piden a la hora de adoptar un animal no busca cubrir estos gastos, sino que cubre unas tasas y gastos que ayudan a que cada asociación sigue funcionando realizando la labor de cuidar a los "peludos" que no tienen un hogar que cubra sus necesidades básicas.
Los gastos
Para mantener cuidados la gran cantidad de animales que se refugian en estas asociaciones, deben hacer frente a unos gastos, y cuando decides adoptar a uno de estos animales, colaboras con un aporte económico que ayuda a cubrir los siguientes gastos:
Costes veterinarios
Cada animal debe visitar un veterinario para conocer su estado de salud antes de llegar al centro con los demás. Además de estos chequeos, algunos animales requieren medicaciones y en ocasiones pasar por el operatorio, lo que supone un gasto muy grande.
Costes de ubicación
Los animales no pueden estar a la intemperie, por lo que se necesita invertir en un terreno que tenga unas instalaciones apropiadas para ellos.
Costes alimenticios
Cada animal debe recibir su alimento, y en una protectora no son pocas las bocas que deben ser alimentadas, habiendo algunos que requieren alimentos específicos por problemas de salud, además de los piensos para cachorro que tienen una composición especial para su desarrollo.
Los ingresos
Cada asociación acoge una cantidad de animales que considera adecuada, logrando así hacer frente a los gastos sin rebasar los presupuestos con los que cuentan. Si lograsen aumentar sus presupuestos, serían capaces de acoger a un mayor número de animales.
Las principales fuentes de ingresos de las asociaciones protectoras de animales son los aportes económicos de los socios de cada una de ellas, conjuntamente con diversas actividades que llevan a cabo para recolectar fondos, como mercadillos, conciertos u otras acciones con las que logran beneficios para hacer frente a los gastos.
Algunas asociaciones reciben ayudas por parte de instituciones públicas, como la Xunta o el Concello de cada localidad, pero esta situación no suele ser habitual.
