La ilusión que genera el Sorteo de la Lotería de Navidad es algo, según los expertos, que depende en muchos casos de las creencias y de la predisposición a creer en lo místico e irreal.
El mediático vidente Rappel relató que “el otro día entré a comprar un décimo de Navidad en una administración a las afueras de Madrid y de repente la dependienta empezó a dar gritos” y es que “la chica había soñado que daría el Gordo si me veía entrar por esa puerta”. Los otros clientes del local se fijaron en los décimos que elegía el personaje televisivo y pidieron a la dependienta que les diera exactamente los mismos que se había llevado, algo que Rappel explica porque “la gente se piensa que yo llevo el número en mi cabeza, como si fuera repartiendo semillas”, y sin embargo eso es algo que “no hay astrólogo en el mundo que lo sepa”.
“La probabilidad de que te toque el Gordo es de 0,001%”, explica Roberto Atanes, profesor de estadística e investigación de la Universidad CEU San Pablo, que aclara que en el Sorteo de Navidad existe lo que llama “probabilidad uniforme” entre los 100.000 números que están en el bombo, es decir, “todos los números tienen la misma probabilidad de salir”. Más allá de creencias y supersticiones, el profesor cree que la mejor opción de conseguir hacerse con un premio en la Lotería de Navidad es diversificar porque “si compramos cinco números diferentes hay más probabilidades de que toque” y advierte de que jugar el mismo número no hace que aumenten las posibilidades porque “cada sorteo es un suceso independiente” y cada año todos los números tienen las mismas opciones.
A lo largo de los 200 años de historia del sorteo el número 5 es la terminación más premiada, algo que Atanes califica de “hecho casual” y recalca que “no existe la manera de jugar a un número que tenga más posibilidades”. “La mayoría de gente que gasta dinero en loterías no lo recupera”, aclara el profesor, que reconoce que comprar Lotería de Navidad por “tradición” y se incluye en el grupo de personas que “todos los años pierde dinero”.
MUNDO MÁGICO E IRRACIONAL
“Muchas personas se aferran a un clavo ardiendo y tienden a este tipo de explicaciones y predicciones por su propia situación personal”, explica Valentín Martínez-Otero, doctor en psicología en la Universidad Complutense, que asegura hay “un número significativo de personas que lo hacen porque tienen poca información”.
El psicólogo cree que la pandemia hizo que se incremente el número de personas que se decantan por creer en lo paranormal, algo que responde a “ciertos problemas de estrés, de ansiedad y desadaptativos que provocan poca confianza en un mundo racional”. Así, Martínez-Otero pide poner en valor “el beneficio que genera la ilusión” a la hora de compra lotería, pero habla de una corriente “bien asentada y tal vez creciente” de personas que se aferran a explicaciones paranormales. “El problema es cuando uno se instala en un mundo mágico e irracional”, dice y alerta que esto puede provocar un trastorno adaptativo en la persona.
Una de las muchas anécdotas que cuenta Rappel es la de una dependienta de Galerías Preciados que compró varios billetes con la terminación con la que había pronosticado que tocaría El Gordo y los repartió por toda la sección de señoras. “Hermida me puso contra las cuerdas y yo contesté que acabaría en 46 o 64”, cuenta Rappel, por “casualidad espontánea” acertó que el premio acabaría en 64. “Tuve la gran suerte de que acerté” - bromea - “Si hubiera acabado en 27 me hubiera quedado el prestigio como una mierda n
