Aunque a todo el mundo le suena la enfermedad de Alzheimer, en realidad existe un profundo desconocimiento sobre ella. Esto provoca un diagnóstico tardío para la mayoría de las personas que lo padecen.
Muy poca gente acude a un especialista cuando aparecen los primeros síntomas de Alzheimer, por lo que el diagnóstico habitualmente llega cuando ha avanzado demasiado. Para evitarlo, existen algunas pruebas que pueden contribuir a advertir si una personas lo padece. Una ellas es conocida como el test de los 7 minutos. ¿En qué consiste?
La prueba de memoria o test de Buschke
Se trata de una prueba en la que el examinador deberá presentar cuatro láminas con cuatro dibujos en cada una de ellas. Primero es necesario asegurar que el examinado reconoce las figuras, que pueden ser de animales, objetos o cualquier otro elemento.
A continuación, se le pedirá que trate de recordar tantos dibujos como sea capaz. Así, se podrá comprobar lo que se conoce como "memoria libre". Cuando tenga dificultades, se le podrá ayudar con alguna pista.
La prueba de orientación temporal
La clave aquí es medir si la persona es capaz de ubicarse temporalmente. Para ello, se le preguntará por el día, mes y año en el que se encuentra.
Se medirá la capacidad de orientación temporal del examinado en función de cuánto se equivoque. Es una prueba sencilla a la que cualquier persona que no sufra algún problema debería poder responder sin dificultad.
El test del reloj
El punto de partida de esta prueba es el propio reloj. Se le pedirá que dibuje un reloj con todas las horas y minutos, y cuando lo tenga se le solicitará que marque una hora concreta con ambas manecillas.
Se examinará en primer lugar si la persona ha dibujado correctamente el reloj íntegramente. Después, se valorará cuánto se ajustan las manecillas a la hora indicada.
La prueba de fluidez verbal
Para corroborar que no está mermada la memoria semántica, y que continúa teniendo acceso al almacén léxico, se le pedirá que en un minuto enumere todas las palabras que recuerda de un campo léxico.
Se propondrá una categoría como "animales", "ciudades", "alimentos" o "colores", por ejemplo.
Por supuesto, esto solo son pruebas para medir de manera extra clínica el deterioro cognitivo. En cualquier caso, la opinión médica deberá darla un especialista, por lo que es recomendable acudir siempre que se sospeche la presencia del Alzheimer.
