"Facebook ya no es lo que era". Es una frase que mucha gente ha comenzado a escuchar cuando se habla de redes sociales. Y es que la pérdida de interés en esta plataforma en favor de otras más modernas y con mayor incidencia en el vídeo ha puesto en jaque a Meta y por lo tanto a sus inversores.
No ha pasado ni un año y medio y el gigante tecnológico de Mark Zuckerberg ha caído de manera estrepitosa en su valoración, pasando de ser una de las cinco empresas estadounidenses más valiosas a no estar ni en el Top-20.
En el último año, Facebook ha perdido 100.000 millones de valoración, lo que confirma un descenso continuado en la fe de los inversores, que comienzan a poner su dinero en otros negocios.
Todo ello con la obsesión de su creador con seguir apostando por el "metaverso", lo que él considera el futuro de internet, aunque con un resultado muy similar a lo que está sucediendo con la propia Facebook.
Frente a él, el éxito de otras plataformas como Youtube y Twitch, que continúan restándole usuarios de un perfil joven, el que interesa más a las compañías a corto plazo. También es importante el crecimiento de Tik Tok, la red social más reciente y la que mayor crecimiento está sufriendo en los últimos meses, en una tendencia con cierto paralelismo con lo que se vivió hace ya más de una década con la propia Facebook.
Sobre su apuesta por "Meta", muchos consideran que Zuckerberg se equivoca y debería replantear su estrategia hacia Facebook, su negocio principal, algo que no pasa por la cabeza del empresario, que insiste en que tiene que superar los desafíos corto plazo y asentar el proyecto para ser el referente en el medio plazo aunque su plataforma no llegue al medio millón de usuarios esperado.
Por ello, resulta un incógnita saber qué sucederá con el imperio de Zuckerberg a corto plazo. La única realidad es que a día de hoy los inversores están perdiendo el interés y con ello, Facebook y Meta el impulso necesario para competir contra sus cada vez más fuerte rivales.
