MODA

El fenómeno de Mariquita Trasquilá

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Poco podía imaginarse Milagros Cabral que la tienda de ropa que abrió en 2013 en su pequeño pueblo gaditano, Trebujena, sería hoy líder en España dentro del sector del comercio electrónico.

 Mariquita Trasquilá, que recibe el nombre de una historia popular de su localidad natal, no ha parado de crecer desde entonces y a día de hoy ya factura 1,5 millones de euros anuales gracias a la venta de vestidos de fiesta por Internet, y eso se traduce en miles de clientas online.

Cabral dispone actualmente de dos tiendas físicas: una situada en Trebujena, en la misma casa familiar en la que se crió, y otra en Sanlúcar de Barrameda, a poco más de 20 km de distancia. Pero el verdadero negocio lo hace gracias a su página web, que le permite llegar a todo el público español y donde consigue vender hasta cinco veces más que de la manera tradicional. En poco tiempo, Mariquita Trasquilá ha conseguido situarse al nivel de otras plataformas como Lyst, Shopstyle o Farfetch.

Es más, en tan solo un año, la web ha pasado de tener una media de 50 pedidos al día a tener 120, lo que supone más del doble de encargos. Cabral es optimista y calcula que en 2019 estos podrían incluso superar los 150. Estas cifras no sorprenden si se tiene en cuenta el contexto actual, donde el e-commerce español está viviendo una época de esplendor. Se espera que en el próximo lustro este crezca un 15 % cada año hasta alcanzar los 15.000 millones de euros en ingresos.

Puede que una de las razones del éxito de Mariquita Trasquilá haya sido apostar por la naturalidad. Sus modelos son mujeres de la calle, no necesariamente con experiencia en el modelaje. En sus inicios eran sus propias empleadas quienes posaban vestidas con sus trajes para las fotos que luego colgaban en la web. Este estilo inmediatamente conectó con la clientela femenina que, en términos generales, en 2017 dedicó el 26,3 % de sus compras por Internet a moda.

Ese buen recibimiento por parte del público también es debido lógicamente a la buena elección del género, que en su mayoría procede de proveedores andaluces. En efecto, tanto la colección low cost como la línea de firmas más caras comparten el mismo estilo andaluz, que, por otro lado, cada vez tiene más adeptos fuera de España. Se interesan sobre todo por la ropa interior femenina fabricada en Andalucía, cuyas ventas en el extranjero superaron los 149 millones de euros en 2017.

¿Pero cómo ha conseguido realmente los más de 900.000 usuarios en su página web? El poder de las redes sociales ha tenido mucho que ver. Tras compartir una foto de uno de sus diseños en su página de Facebook -que entonces solo contaba con 1500 seguidores-, empezó a recibir más y más comandas y llegó a vender 100 vestidos en poco tiempo. Hoy, son más de 322.000 los usuarios que le han dado ‘me gusta’ a su perfil y acumula más de 130.000 seguidores en Instagram.

Con unos precios que oscilan entre los 30 y los 150 euros, sin duda a Cabral también le ha favorecido una industria de la moda española más o menos económica. Así lo constata un estudio reciente de Eurostat, que coloca en sexta posición a nuestro país en el ranking de los Estados europeos donde sale más barato comprar ropa y calzado, por detrás solo de Rumanía, Reino Unido, Hungría, Polonia y Bulgaria.

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