Estas fechas de Navidad hacen que las visitas a los “Belenes de Berardo” sean una de las atracciones en la villa trivesa.
En el bajo del antiguo colegio Santa Leonor, una pequeña sala acoge los cientos de belenes de todos los tamaños. Esta exposición permanente, que se puede visitar durante todo el año, cuenta con belenes de todos los continentes y Berardo Araújo afirma que “cada año continúa creciendo. Siempre acabo con diez o doce belenes más”. Sus amigos y familiares traen a este coleccionista belenes de cada país que visitan. “La gente sabe que es un acierto seguro el regalarme un belén”, explica este trivés coleccionista de nacimientos.
Madera, cerámica, metal, hoja de maíz, cuerda o tela son algunos de los materiales empleados en los cientos de figuras de esta colección.
Araújo enseña todos y cada uno de los belenes acordándose de cada persona que ayuda a ampliar esta bonita colección, al mismo tiempo que manifiesta que la sala se queda pequeña para tal número de nacimientos, guardando en su casa aún otros tantos belenes.
Desde algunos tallados dentro de un huevo de tamaños diminutos o alguno diseñado en una lata de conserva, hasta otras figuras de gran tamaño, en la exposición conviven todos. Una de las nuevas adquisiciones de este año es el realizado con piedras de Montefurado. “Este me lo hizo mi amigo Jorge Pérez con piedra de Montefurado, y me hizo especial ilusión”, señala el coleccionista con la obra en sus manos.
Un belén llegado de Laponia ocupa un lugar destacado para el coleccionista: “Me explicaron que es muy difícil encontrar nada relacionado con los belenes en esa zona, así que para mí tiene aún mayor importancia”.
“Tengo belenes distintos para cada día del año”, explica este enamorado del belenismo, animando a conocer su colección, que reúne diversidad de culturas.
