Con temperaturas bajo cero y su cumbre cubierta por una fina capa de nieve, empezaba la montaña de Manzaneda este mes de noviembre, ofreciendo al visitante estampas otoñales e incluso invernales.
Pero el viento y las fuertes lluvias que afectaron a la comunidad autónoma a lo largo de los últimos días también se dejaron ver y sentir en Manzaneda, provocando numerosos estragos. Deslizamientos de tierra y varios derrumbes afectan a las pistas de esquí, aunque según indican desde la propia estación “esto no interrumpirá la apertura de las pistas en las fechas previstas, en cuanto las lluvias paren se reparará todo lo dañado”.
El agua formó riachuelos por varias laderas, inundando el campo de fútbol, mientras el fuerte viento hizo volar algún panel solar instalado a la entrada de la estación, “las placas solares no son el principal suministro, por lo que por suerte no afecta directamente”, explican desde la empresa, mientras manifiestan que “está todo preparado para iniciar la temporada a finales de noviembre, la estación mejoró mucho, está como nunca, arreglaremos estos desperfectos en cuanto podamos”.
