Conocer Castro Caldelas es conocer un municipio rodeado de sierras y bañado por el río Sil. Las laderas repletas de viñedos regalan al visitante paisajes naturales impresionantes, resaltando la importancia de la viticultura heróica. El territorio hace sumergirse a quien lo visita en su cultura y patrimonio histórico, por donde transcurrió la Vía Nova, también está cargado de románico, y disfrutar de la excelente gastronomía de la zona.
San Xoán de Camba
Este monasterio se encuentra a escaso kilómetro y medio de la capital del municipio. La iglesia de San Xoán de Camba, un antiguo lugar de culto con una historia que se remonta al año 963. Aunque solo la iglesia ha resistido el paso del tiempo, al sur de ella se encuentran los restos de los antiguos edificios monásticos. Recientemente, se realizaron excavaciones en la cual se descubrieron vestigios que permitirían que revelaron que este lugar podría datar del siglo IV. La iglesia en sí cuenta con una ventana geminada y relieves interesantes, y su estructura actual es de estilo barroco. Destacando en la fachada norte, una imponente torre construida en 1779.
Iglesia de Santa Isabel
Desde lejos, puede parecer solo un pequeño templo, pero al acercarse, la majestuosidad del lugar envuelve al visitante en cada detalle. Esta joya arquitectónica se encuentra en lo alto del pueblo de Castro Caldelas, más allá del castillo, custodiando el campo santo, desmitificando la idea de que los campos santos son lugares inhóspitos. Aunque fue reconstruida recientemente, conserva su encanto histórico intacto. Pronto, se convertirá en un Museo de Arte Sacro, un lugar donde se podrán admirar y apreciar las valiosas piezas caldelás. Durante el año, la iglesia permanece cerrada a los visitantes, a excepción de los días dedicados a los Fieles Difuntos. Sin embargo, el verdadero regalo aguarda a aquellos que se aventuren aquí. Una ventana gigante a la Ribeira Sacra se despliega frente a nuestros ojos, ofreciendo una vista impresionante.
Iglesia de Santa Olaia de Trabazos
Ubicada en la aldea de Trabazos, es una joya arquitectónica que se erige desde el año 1720. Su estilo barroco se distingue por su imponente nave única, flanqueada por una torre cuadrada a los pies. La cabecera, de forma cuadrangular, es sostenida por contrafuertes angulares que realzan su belleza. Al adentrarnos en su interior, quedamos maravillados por un retablo de excepcional calidad. La torre, en su parte más alta, culmina en una forma cúbica que exhibe arcadas hacia cada uno de sus lados, rematadas en elegantes pináculos que enmarcan la cruz central. Además, en Trabazos aún se conserva el arco que perteneció a la famosa casa del obispo, quien generosamente dotó al altar con el invaluable retablo.
Viñedos en Celeirón
Caminando paralelos al Sil, está Celeirón, las pequeñas casas antiguas, antes utilizadas como bodegas, se han convertido en un núcleo de historia y tradición vitivinícola. Rozando entre las colinas ondulantes, se extienden cientos de hectáreas de viñedos, creando un paisaje mágico en la zona de Celeirón y Alais. Los rayos del sol se filtran a través de las ramas de las vides, iluminando el verdor de sus hojas invitando al caminante a recorrer los kilómetros de senderos que transcurren entre viñedo. Por las mañanas, una suave niebla envuelve las cepas, creando un escenario digno de un cuento de hadas. La recuperación de estos viñedos ha sido admirable, y cada vez más personas reconocen el valor y la belleza de la viticultura heroica. Por Celeirón pasan diferentes rutas de senderismo de dificultad moderada debido a la pendiente orografía del lugar, regalando espectaculares imágenes de hectáreas de viñedo.
