La Audiencia provincial de Ourense juzgó ayer a Carlos García Basalo, de 62 años, un acusado al que el fiscal atribuyó la autoría de dos incendios forestales ocurridos en la localidad de Rebodepó (Manzaneda), en los años 2009 y 2011.
De ambos fuegos, que derivaron en sendos procedimientos judiciales, respondió García Basalo, quien aceptó en cada una de las dos vistas orales celebradas -a las 10 y a las 10,15 horas- una pena de diez meses de cárcel -20 en total-.
El primero de los incendios por el que rindió cuentas ante la Justicia ocurrió el 15 de julio de 2009. Ese día, según reconoció ante el tribunal que lo enjuició, prendió fuego con un mechero y varios trozos de papel a un paraje de Rebodepó, cuando un grupo de brigadistas trabajaba, precisamente, en la extinción de otro incendio declarado en una zona próxima.
El encausado, que provocó en la finca unas llamas que arrasaron 0,5 hectáreas de monte bajo y que afectaron a tres parcelas aledañas, fue sorprendido por un agente forestal.
El segundo incendio
El segundo episodio, de similares características y que también le imputó la acusación pública, sucedió dos años después, también en el mes de julio. Entonces, el procesado, usando el mismo modus operandi, originó un fuego forestal que devastó 0,18 hectáreas de monte raso en las inmediaciones de la misma población. A consecuencia de este último suceso resultaron afectados varios terrenos, tanto del acusado, como de otros dos vecinos de la localidad.
Asimismo, por estos hechos, el ministerio público atribuyó al acusado la comisión de dos delitos de incendio, por los que también reclamó dos multas de 10 meses a razón de tres euros diarios y el pago de 3.193 y 185 euros (por los gastos de extinción).
Carlos García se mostró ayer conforme con las penas solicitadas para él, tanto las de prisión como las de multa, por el ministerio fiscal, después de que las partes personadas en las dos causas judiciales llegasen a sendos acuerdos.
El fiscal del caso tuvo en cuenta al efectuar su petición de condenas que el acusado, que estuvo en prisión provisional por ambos fuegos, padece una dependencia crónica al alcohol que le provocó 'un trastorno neurológico'. A consecuencia de ello, sufre un 'déficit cognitivo leve'.
El primero de los incendios por el que rindió cuentas ante la Justicia ocurrió el 15 de julio de 2009. Ese día, según reconoció ante el tribunal que lo enjuició, prendió fuego con un mechero y varios trozos de papel a un paraje de Rebodepó, cuando un grupo de brigadistas trabajaba, precisamente, en la extinción de otro incendio declarado en una zona próxima.
El encausado, que provocó en la finca unas llamas que arrasaron 0,5 hectáreas de monte bajo y que afectaron a tres parcelas aledañas, fue sorprendido por un agente forestal.
El segundo incendio
El segundo episodio, de similares características y que también le imputó la acusación pública, sucedió dos años después, también en el mes de julio. Entonces, el procesado, usando el mismo modus operandi, originó un fuego forestal que devastó 0,18 hectáreas de monte raso en las inmediaciones de la misma población. A consecuencia de este último suceso resultaron afectados varios terrenos, tanto del acusado, como de otros dos vecinos de la localidad.
Asimismo, por estos hechos, el ministerio público atribuyó al acusado la comisión de dos delitos de incendio, por los que también reclamó dos multas de 10 meses a razón de tres euros diarios y el pago de 3.193 y 185 euros (por los gastos de extinción).
Carlos García se mostró ayer conforme con las penas solicitadas para él, tanto las de prisión como las de multa, por el ministerio fiscal, después de que las partes personadas en las dos causas judiciales llegasen a sendos acuerdos.
El fiscal del caso tuvo en cuenta al efectuar su petición de condenas que el acusado, que estuvo en prisión provisional por ambos fuegos, padece una dependencia crónica al alcohol que le provocó 'un trastorno neurológico'. A consecuencia de ello, sufre un 'déficit cognitivo leve'.
