El tribunal acordó suspender un juicio por inducción a la prostitución al estar uno de los cuatro acusados ilocalizable

La Audiencia de Ourense ordena la búsqueda y captura de un proxeneta

Tres de los cuatro encausados, además de un agente, que custodia a una de las dos procesadas. (Foto: MARTIÑO PINAL)
La Audiencia de Ourense suspendió ayer la vista oral en la que se debía juzgar a cuatro personas acusadas de integrar una red para captar a mujeres jóvenes de Latinoamérica y obligarlas a prostituirse en un club de alterne de Vilamartín de Valdeorras.
En la vista, el fiscal interesó que no se continuase con el acto de juicio dado que uno de los acusados, José Mario Carvalho, está en paradero desconocido, petición a la que se adhirieron las defensas y que fue ratificada por el magistrado presidente del tribunal. Sí se personaron los otros tres encausados: Carlos Felipe de Assunçao, Adriana Echéverri y Shirley Alves do Vale. Mientras que para Carlos Felipe el fiscal reclama, en su escrito de acusación, una pena de 29 años y medio de cárcel, para los otros tres solicita un total de 23. Los hechos, que llegan a juicio tras siete años de instrucción, se remontan al año 2004. Entonces, consiguieron traer a España a cuatro mujeres paraguayas, bajo falsas promesas de un futuro mejor, y, al llegar, las obligaban a prostituirse.

El Ministerio Público argumentó ayer su petición de suspensión en base a que dada la elevada pena que recae sobre el acusado que no compareció 'no es posible continuar con la vista'. Explicó que 'se ha expedido una requisitoria para su búsqueda y captura ante esta Audiencia' y que 'no expiró el plazo legal para que sea hallado, o bien, para que se declare procesalmente en rebeldía'. De darse este último supuesto, en la nueva vista oral, que quedó fijada para el próximo 19 de julio, se archivaría la causa contra él y se celebraría la vista con los otros tres acusados. El fiscal también hizo referencia a la incomparecencia de dos de las cuatro víctimas (testigos protegidos). Dos de ellas, a pesar estar citadas, no comparecieron. Las otras dos están también ilocalizables.



Un agente custodió a una encausada

Un agente del orden se sentó ayer en el banquillo de la Audiencia, junto a los tres acusados que se personaron ayer en la sala, con el fin de custodiar a una encausada, que tiene una orden de alejamiento con respecto al único acusado que compareció ayer, según confirmaron fuentes judiciales.

Al parecer, Carlos Felipe, socio y administrador del club 'Skala 2000', en el que se cometieron los hechos delictivos, era en su momento, el marido de Adriana Echéverri. Shirley Alves do Vale, por otro lado, era la gerente y contable del establecimiento en ausencia de J.F.C., su pareja en el momento de la actividad ilícita. José Mario Carvalho, el cuarto encausado, que no compareció ayer, ejercía como camarero en el citado establecimiento.



Una de las víctimas pudo pedir auxilio a la guardia civil

Otra de las víctimas de este caso fue P.C.T., de nacionalidad brasileña, quien tras ser obligada a prostituirse, se negó.

Viajó desde su país al aeropuerto Charles de Gaulle (París). Allí, la esperaban J.F.C -que está ilocalizado desde el inicio del sumario- y Shirley Alves do Vale. Los tres se desplazaron desde ese aeródromo hasta Vilamartín. La víctima, tras ser inducida por Carlos Felipe y Shirley Alves a prostituirse, lo hizo durante unos días. No obstante, poco después le pediría a Carlos Felipe que la trasladase a O Barco para regresar a Francia. Este encausado, que aparentemente accedió, la trasladó, contra su voluntad, a A Gudiña, lugar en el que tenía previsto entregarla a J.F.C. para llevarla a otro club, en Portugal.

El destino quiso, no obstante, que se toparan con una patrulla de la Guardia Civil. Carlos Felipe apagaría las luces del coche para evitar ser interceptado. La víctima pudo pedir auxilio a los agentes, que detuvieron a J.F.C.

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