O Barco rechaza una avenida que la Xunta de Galicia acordó cederle

Un año después de que la maquinaria dejase de trabajar en la remodelación en el tramo de la carretera OU-622 que coincide con la avenida del Bierzo -uno de los principales accesos desde la villa de O Barco de Valdeorras a la N-120-, el proyecto ejecutado sigue generando polémica. En este caso, a raíz del visto bueno de la Xunta a la cesión de su titularidad al Concello barquense, que entrará en vigor un día después de su publicación en el Diario Oficial de Galicia. El anuncio no gustó al alcalde socialista, Alfredo García, que rechaza asumir la infraestructura en tanto no sean corregidas las deficiencias detectadas. La polémica surgió el mismo día que el Consello de la Xunta autorizó el cambio de titularidad de un vial que reformó con una inversión de 780.000 euros, ejecutando un proyecto diseñado para dotar a la infraestructura “cun carácter máis urbano, para reforzar a seguridade e facer máis humana a travesía e máis accesible a súa contorna”, según informó el Ejecutivo autonómico. Explicó que, con el traspaso del acceso, el Concello pasa a tener competencias para actuar en todo él, asumiendo la responsabilidad de su conservación y mantenimiento. Minutos después de conocerse el anuncio de la Xunta, el concejal del BNG Manuel Agra, llevaba al pleno la necesidad de dar una mayor altura a los aproximadamente 90 centímetros de altura de la baranda del puente sobre la vía del tren y ampliarla a la totalidad del paso elevado. El regidor socialista coincidió con Agra. “Tiña a altura correcta pero subiu a beirarrúa e terán que poñerlle un suplemento”, afirmó Alfredo García, quien aun fue más lejos y mostró su preocupación ante los daños que causan las avalanchas de agua que descienden por la avenida cuando llueve y que no hacen sino agravar las obras de la carretera de circunvalación. “Non imos facernos cargo dunha estrada que inunda medio pobo”, dijo. Estas y otras deficiencias, como la modificación de algún cierre, llevaron al alcalde a reclamar una solución, mostrándose rotundo al afirmar que “primeiro teñen que acabar a obra”. Unas obras realizadas en 1,2 kilómetros Las obras de mejora de la infraestructuras se desarrollaron en un tramo de algo más de 1,2 kilómetros de longitud, comprendido entre la avenida de Manuel Quiroga y su entronque con la calle de San Francisco Blanco. También incluyeron los trabajos sobre la línea de ferrocarril León-Monforte y del arroyo Cigüeño. El proyecto buscó mejorar la accesibilidad en los puentes situados en el inicio de la avenida y el aumento del ancho de la acera izquierda, al objeto de mejorar la movilidad del tránsito peatonal y la accesibilidad a los edificios de la zona, los cuales sufrían importantes desniveles. En otro punto fueron ensanchadas las dos aceras en una intervención que, según la Xunta, incrementó la seguridad viaria en el entorno del colegio Divina Pastora, así como en las rutas de llegada de los niños al colegio, “distanciando o tráfico rodado da zona de tránsito”. El proyecto también incluyó la renovación de las infraestructuras de saneamiento y abastecimiento a ambos lados de la avenida, las cuales presentaban un avanzado grado de deterioro debido a su antigüedad. Asimismo, fueron mejorados servicios de competencia municipal, como la iluminación y semaforización, entre otras.