El programa municipal de acogida permitió ayudar este curso a cinco alumnos y a sus familias

O Barco retira de las calles a los expulsados del instituto

Saleta Fontaíñas Gómez, en el aula destinada a Ludoteca, en el Concello de O Barco. (Foto: HOHEM GOUVEIA)
Los alumnos de los dos institutos de O Barco que son expulsados ya no tienen todo el día para estar en la calle.
El programa de acogida, de la Concellaría de Servizos Sociais, Igualdade e Xuventude, atendió este año a cinco estudiantes, de 14 a 16 años, siendo reincidente uno de ellos. 'Os acollemos e así non están na rúa, sin control. Facemos os deberes con eles', explicó Saleta Fontaíñas Gómez, educadora social del Concello. Pero la vigilancia de estos adolescentes conflictivos no es la única finalidad del programa. 'Facemos actividades e intentamos chegar aos rapaces, ás súas carencias emocionais. Todos son distintos', añadió.

El servicio lo conocen los institutos Martaguisela (303 alumnos) y Lauro Olmo (640), de O Barco. Está también abierto a los colegios, aunque los institutos generan casi todas las expulsiones.

Este proyecto educativo partió de la asociación cultural, educativa y social Vagalume, que sigue colaborando con el Concello. Su presidente, José Fernández López, recordó que el servicio fue creado hace cuatro años. 'Ahora, le pasamos la titularidad al Concello, que tiene educadora social. Nosotros, antes recibíamos subvenciones, pero hace cuatro años que no tenemos ninguna', dijo.

Una quincena de estudiantes pasó por el aula mientras la gestionó Vagalume. Sus usuarios suelen ser expulsados por varios días (3, 5, 15 o un mes, que es el castigo máximo) a causa de faltas de comportamiento reiteradas, como no estar atentos en clase o insultar a compañeros, aunque también se dio alguna falta de respeto al profesor. 'La expulsión no resuelve nada. Buscábamos que los chavales tuvieran un grado de control. Hay familias que no están en casa y no los pueden controlar. También se daba el caso de que algún centro no expulsaba para evitar esa situación. Ahora, les dan un plan de trabajo para realizar durante la expulsión', explicó José Fernández.

El buen comportamiento es común en todos ellos. 'Non é o mesmo aquí que no grupo', razonó Saleta Fontaíñas.

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