Estará gestionada por la asociación Asfaval y será financiada con las aportaciones de las familias
La residencia para discapacitados psíquicos de O Barco abre hoy sus puertas a los cinco primeros usuarios gracias a las aportaciones de las familias. La decisión, que anunció Amelia Blanco Delgado, presidenta de Asfaval (Asociación de Familiares de Personas con Discapacidad de Valdeorras), fue tomada por los padres. Con ella intentan evitar la pérdida de los aproximadamente 6.000 euros de una subvención que la Fundación Once tiene retenida a la espera de que abra el centro y cuyo plazo expira en diciembre.
La financiación correrá por cuenta de las familias, que aportarán el 75 % de las pensiones de los usuarios, o lo que es lo mismo, cada una entregará aproximadamente 200 euros. Esta cifra no alcanza para cubrir los gastos de funcionamiento de la residencia, que fue construida con una capacidad de 40 plazas, por lo que la directiva confía en que la Consellería de Traballo e Benestar apoye la iniciativa subvencionando plazas. "Hai necesidades familiares moi graves", explicó la presidenta del colectivo.
Amelia Blanco explicó que el permiso de apertura de la Xunta llegó la semana pasada, permitiendo que hoy abriese sus puertas. En todo caso, los interesados en conocer esta residencia para discapacitados, la primera que abre en la comarca, podrán visitarla el 3 de diciembre, fecha para la que Asfaval programó una jornada de puertas abiertas.
Los últimos retoques a la construcción de la residencia fueron dados en 2010. Ese año finalizaron las obras de construcción y fue dotado con mobiliario un establecimiento de carácter social presupuestado en 1.100.000 euros. En la actualidad, son 15 las personas que utilizan los servicios de Asfaval, una cifra que la directiva pretende aumentar al ampliar los servicios.
Actualmente, el colectivo tiene abierto un centro ocupacional en Vilamartín y un centro de día, en el mismo edificio destinado a residencia. Ambos servicios reciben subvenciones de la Consellería de Traballo e Benestar.
