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La campaña de aceituna en Valdeorras será algo superior que la del 2019

photo_camera Los primeros kilos de aceitunas de Valdeorras llegan a la almazara.
Los productores la adelantan casi un mes en algunos casos, debido a la floración temprana

La campaña de recogida de la aceituna comenzó en las últimas horas. Coincidiendo prácticamente  con la temporada de la castaña, comenzaron a caer sobre las almazaras de Quiroga (Lugo) los primeros frutos de la comarca de Valdeorras. Su rápido desarrollo cogió por sorpresa a algunos productores, que sitúan a finales de octubre o principios de noviembre el comienzo de estas labores. El presidente de la Asociación de Produtores de Aceite e Aceituna de Galicia (APAAG), José Antonio García, apuntó que en determinadas zonas, como la valdeorresa, estas labores llegaron con cierto adelanto y consideró que esta circunstancia posiblemente sea debida al cambio climático.

"Adiantouse moito a floración, que chegou en febreiro", indicó el presidente de los productores gallegos. Con la flor en los árboles, hizo acto de presencia la lluvia, causando importantes daños en un buen número de olivares de las provincias de Pontevedra y Ourense. "Coa chuvia pérdese moito polen", explicó José Antonio García. Esta circunstancia permitió que los olivares de Quiroga o Valdeorras estén muy cargados de fruto en tanto que "outros perderon case todo", añadió.

Esta disminución de la producción fue compensada por las cosechas de las nuevas plantaciones, de tal forma que la cantidad de aceituna que los productores gallegos lleven a las almazaras será "similar ou superior ao do ano pasado", puntualizó el presidente de APAAG. Se refirió a la cosecha de 2019, cuando fueron 145.000 los kilos recogidos. En cuanto al precio, este se sitúa en torno a 1,35 euros por kilo, con el fruto recogido y puesto en la almazara. Los agricultores gallegos  insisten en primar la calidad sobre la cantidad, lo que reduce el rendimiento.

Un aspecto importante de la campaña recién iniciada es la calidad de la aceituna. Este año, la fruta está mucho más sana que en 2019, cuando una parte de la cosecha sufrió los ataques de la mosca (Bactrocera oleae). En cuanto al rendimiento, este aún es una incógnita y habrá que esperar unos 15 días, cuando finalice la campaña, para conocerlo.

Después de conocer los efectos del cambio climático en determinadas zonas, uno de los retos que se marcó la asociación es dar con la solución más adecuada para impedir que la lluvia frene la floración, consiguiendo así que la producción no acuse unas condiciones meteorológicas desfavorables.

El número de productores crece

Con el paso del tiempo aumenta el número de agricultores que apuestan por la plantación de olivos. En APAAG son conscientes de este mayor interés por la producción de aceite. En la actualidad, la asociación cuenta con aproximadamente 175 olivareros inscritos, de los cuales, unos 80 tienen sus fincas en la provincia ourensana. También Valdeorras conoce el buen momento de este colectivo, como corrobora la media docena de asociados. En los municipios de O Bolo o A Rúa pueden verse cada vez más plantaciones, que también aumentan en número en el vecino Concello de O Barco.

La reciente aprobación de un sello de garantía para el aceite gallego fue la respuesta de la Xunta a un viejo objetivo de los productores gallegos. Desde 2014, coincidiendo con la creación de la APAAG, uno de sus principales objetivos fue combatir el fraude existente en torno al aceite de Galicia. El citado sello supone un avance muy importante en este sentido. Otra meta que se marcaron fue conseguir la catalogación de las variedades autóctonas del fruto. La colaboración de la Fundación Juana de Vega permitió identificar 19 variedades, catalogándose la brava galega y la mansa galega.

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