La renuncia provocará un vacío de poder en Vilamartín desde el cese hasta la elección de su sucesor

Candal amaga con retirar su dimisión de alcalde si no hay garantía de un local social

Manuel Candal, durante la reunión con los dueños de casas y naves amenazadas de derribo.
La vida municipal de Vilamartín se enrarece con el paso de las horas. Si el jueves los vecinos cenaban con el anuncio de que Manuel Candal presentó su renuncia a los cargos de alcalde y concejal del PP, ayer el regidor la supeditaba a la obra de un centro social en Arnado. “Si me lo boicotean, igual doy marcha atrás”, dijo. Por si el aviso no complica bastante la situación, el pleno para informar de la renuncia no abordará la elección de sustituto, lo que dejará al Concello sin alcalde hasta que se designe.
“Si me boicotean el centro social de Arnado, igual doy marcha atrás y retiro el escrito de dimisión”. Esta advertencia la lanzó el viernes 21 de noviembre el aún alcalde de Vilamartín, Manuel Candal -de 72 años-, horas después de presentar su escrito de renuncia a los cargos de alcalde y concejal, a petición del presidente provincial del PP, José Luis Baltar.

Estas declaraciones suponen una vuelta de tuerca más en la complicada situación que atraviesa la vida municipal de este concello, debido al “divorcio” del alcalde con los cinco concejales que le acompañan en el equipo de gobierno. Mientras Manuel Candal “flirtea” con los grupos de la oposición -PSOE y BNG-, entre los ediles del PP no faltará quien “toque madera” ante el serio aviso del alcalde.

Lo más grave es que los problemas no acaban ahí. A última hora de la mañana de ayer, la secretaria municipal -apoyada por un técnico enviado por la Diputación- redactaban la convocatoria del pleno extraordinario en el que se dará cuenta de la renuncia del alcalde. Será el miércoles 26 de noviembre, a las 12,00 horas. El escrito lo firma el regidor dimitido y refleja un única punto: “Toma de conocimiento de la renuncia al cargo de alcalde y a su condición de concejal, presentada por Manuel Candal Candal”.

La elección del alcalde, que en este caso todo parece indicar que será alcaldesa -María Jesusa Candal-, queda para un pleno posterior. Lo convocará la secretaria, que dispone de un plazo de 10 días.

Momentos antes de presentar la dimisión como alcalde, Manuel Candal, destituyó a los dos tenientes de alcalde: María Jesusa Candal y José Pinto, dejando a todos los concejales de la Corporación municipal a un mismo nivel de autoridad.

La secretaria intentará consensuar con los portavoces municipales una fecha para convocar el pleno de elección del nuevo alcalde y, mientras éste no tome posesión -siempre que el alcalde en funciones no cambie de idea respecto a su dimisión-, Vilamartín se verá abocado a vivir momentos de desgobierno.

Pero en Vilamartín el tiempo pasa despacio y Candal dice que aún tiene tareas pendientes en el Concello. Así, ayer presidía la reunión que mantuvieron el técnico que redactó la propuesta de Plan Xeral de Ordenación Municipal y los dueños de casas y naves con órdenes de derribo de Política Territorial.


“Hay que apostar por Rosa Díez o el BNG”

En Vilamartín, los empleados del Concello comenzaron a preparar su homenaje a un Manuel Candal, que ayer recibió efusivas mestras cariño de lante del Consistorio.

¿Cómo tomó la población su dimisión?

No olvidaré nunca a los vecinos, pues siempre me quisieron y me miman.

¿Su separación de la política es definitiva?

¡Que vá! Aún voy a volver y espero ganar las próximas elecciones municipales. Que Dios me dé fuerzas, pues con el apoyo de los vecinos ya estoy. Recibí muchos apoyos que me llegaron a emocionar. Me llamó gente diciendo que no hay derecho a lo que me hicieron. Hay que ser valientes y apostar por el partido de Rosa Díez o por el Bloque. El partido que venga y me ofrezca garantías para los vecinos, me tendrá a su lado y creo que los vecinos estarán conmigo.

¿Cómo ve a su hija, María Jesusa Candal, principal aspirante a la alcaldía, en estos momentos?

Creo que cometió muchos errores y ojalá sea éste el último. No será buena alcaldesa. Mi hijo Ignacio Candal –no forma parte de la Corporación– sí que lo sería.

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