El organismo recogió muestras del agua en el tramo del Malecón barquense para analizarlas

La Confederación Miño-Sil dice que el río acumula polen

La proliferación de algas y la espuma marrón que se acumula en el Sil provocó quejas vecinales. (Foto: J.C.)
La espuma marrón que se acumula sobre las algas que proliferan en el tramo barquense del río Sil está formada por el polen de las flores. Esta composición fue anunciada ayer por la Confederación Hidrográfica Miño-Sil, que descartó la existencia de cianobacterias o contaminación en las aguas que discurren paralelas al Paseo del Malecón de O Barco.
'Es el polen de las plantas que, al caer al río, adquiere una coloración marrón', apuntaron fuentes del citado organismo. Pese a ello, uno de sus guardas se desplazó hasta la villa al objeto de recoger muestras para analizarlas en los próximos días y confirmar la ausencia de sustancias contaminantes.

El organismo responsable de cuenca restó importancia a la proliferación de algas en el río. 'No es alarmante. Es un proceso natural, pues al bajar el nivel del agua florecen', afirmó la Confederación Hidrográfica Miño-Sil.

Estas explicaciones fueron ofrecidas a raíz de las quejas de los barquenses, pescadores, piragüistas y Concello, por la proliferación de las algas en el río. Esta preocupación llevó al concejal responsable del área de Deportes, Parques e Xardíns, Julio Fernández Arias, a solicitar permiso para cortar las algas. Recordó que hace un año sólo fueron arrancadas las de la zona de baños de la playa fluvial.

Las quejas del concejal fueron confirmadas ayer por el presidente de la Sociedad de Pesca de Valdeorras. José Manuel Pinto dijo que la vegetación que crece en el cauce 'nos afecta moito, e aos piragüístas tamén. Se lles enroscan as palas nas algas', dijo.

En referencia a la espuma marrón que se amontona sobre las algas, el portavoz de los pescadores afirmó que 'da mala imaxe'. Además, José Manuel Pinto aseguró que el Sil 'ven bastante sucio moitas veces. Os fondos teñen bastante suciedad'. En este sentido, dijo que hace unos tres años, cuando la sociedad que dirige asumió la retirada de las algas, éstas desprendían mal olor al ser arrancadas.

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