El sector se enfrenta a una nueva fase de destrucción de empleo si la situación económica no mejora

La crisis detiene la mejoría en la exportación de pizarra

Tráilers cargados de pizarra, aparcados en O Barco, antes de viajar hacia sus destinos
Las canteras gallegas y de Castilla y León exportaron 343.239 toneladas de pizarra entre enero y agosto. Esta cantidad es un 1,7 % superior a las 337.541 de este mismo periodo de 2010. El porcentaje, a simple vista, parece invitar al optimismo. Sin embargo, la situación es muy distinta, pues supone un serio retroceso para un sector que comenzaba a recuperar el terreno perdido en los primeros meses de la crisis económica, cuando sus ventas en el exterior cayeron casi hasta el 30 %.
Después de cerrar 2009 con un descenso del 12,8 % en el volumen de pizarra exportado respecto al año anterior (2008), el 8,6 % de incremento en las exportaciones logrado en el ejercicio 2010 invitaba a pensar en la recuperación del sector. Sin embargo, al finalizar el primer semestre de 2011, el aumento se había reducido hasta el 3,8 %, llenando de incertidumbre a empresarios y sindicatos. Dos meses después, el desánimo vuelve a adueñarse del sector. En agosto, la diferencia de ventas respecto a 2010 se quedó en el escaso 1,7 % de aumento, manteniéndose una tendencia a la baja en las últimas semanas.

La facturación sigue la misma línea que el volumen de la pizarra exportada, siempre partiendo de unos precios que difícilmente cubren los costes de producción y que cuando finalizó 2010 eran inferiores en un 2,3 % a los del ejercicio anterior. En los primeros ocho meses de 2011, las empresas de pizarra facturaron 185.275.338 euros, un 4,9 % más que en 2010.

Las dificultades económicas que atraviesa Francia, el principal comprador de pizarra, ralentizaron la recuperación de la piedra importada hasta el 2,1 %. A su vez, Alemania -segundo destino de la piedra valdeorresa- logró mantener el aumento en torno al 12,1 %. La situación es opuesta en Irlanda, que compró un 22,6 % menos de roca, en el acumulado de agosto.

Ante el frenazo sufrido por la recuperación del sector, fuentes empresariales dijeron que 'se segue esta situación o emprego non se poderá manter moito tempo'. Recordaron que la crisis se llevó más de 800 empleos directos. En Valdeorras, los últimos fueron los 32 de Ipiga y Pizarras Sobradelo, dos empresas que cerraron recientemente, según dijo el secretario local de UGT, José Paradelo Arias. Antes lo hizo La Tranquila, de 30 empleados. Hay que recordar, que previamente echaron el cierre dos pizarreras de Quiroga (Lugo).

Además, hay que señalar los expedientes de regulación de empleo que se produjeron en otras empresas del sector como Irosa, Cufica y Ampealsa. En la actualidad, el sector gallego da trabajo a unas 2.500 personas, en su mayoría fijas, según el sindicalista.

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