La llegada de la maquinaria a la carretera OU-807, que comunica San Vicente con Vilamartín, fue seguida con atención por los 120 vecinos del pueblo, quienes reclaman su arreglo desde que comenzó a hundirse, hace aproximadamente 15 años. Los trabajadores de la Diputación provincial iniciaron el ensanche del vial, robando terreno a la ladera sobre la que está asentado. En las próximas semanas, correrán la calzada hacia la zona contraria al precipicio bajo el cual discurre el río Leira, consolidando el firme entre los kilómetros 7,63 y 8,40.
El proyecto incluye la construcción de un sistema de conducciones de drenaje, que canalizará las filtraciones de agua procedentes de la zona superior hacia el precipicio, buscando frenar el hundimiento de la carretera. Estos trabajos los ejecutará una empresa, en base al estudio geológico que realizó Geocontrol, un trabajo que resalta la inestabilidad de la zona y la existencia de bolsas de agua en el subsuelo.
'Un dos problemas da estrada son as filtracións', dijo ayer el concejal de Obras de Vilamartín, José Pinto Álvarez. Indicó que las tuberías serán colocadas perforando la montaña a lo largo del tramo que registra los hundimientos. El último paso será la construcción de un nuevo firme.
Hace 15 años, en el fondo del valle, Cavima SL explotaba una cantera de pizarra. Esta circunstancia llevó al Concello de Vilamartín a relacionar la explotación con el hundimiento de la calzada.
Los actuales trabajos de consolidación están presupuestados en 150.000 euros y el plazo de ejecución es de un mes, un espacio de tiempo que el concejal de Obras consideró escaso.
El proyecto lo financia la Diputación, que prevé una segunda fase, más ambiciosa, cuyo presupuesto es de 4.100.000 euros y la ejecución durará cuatro años. José Pinto indicó ayer que esta obra se acometerá cuando lo permitan las disponibilidades presupuestarias. El proyecto prevé usar 1.000.000 de metros cúbicos de tierra en rellenar el valle por el que discurre el río.
'Un dos problemas da estrada son as filtracións', dijo ayer el concejal de Obras de Vilamartín, José Pinto Álvarez. Indicó que las tuberías serán colocadas perforando la montaña a lo largo del tramo que registra los hundimientos. El último paso será la construcción de un nuevo firme.
Hace 15 años, en el fondo del valle, Cavima SL explotaba una cantera de pizarra. Esta circunstancia llevó al Concello de Vilamartín a relacionar la explotación con el hundimiento de la calzada.
Los actuales trabajos de consolidación están presupuestados en 150.000 euros y el plazo de ejecución es de un mes, un espacio de tiempo que el concejal de Obras consideró escaso.
El proyecto lo financia la Diputación, que prevé una segunda fase, más ambiciosa, cuyo presupuesto es de 4.100.000 euros y la ejecución durará cuatro años. José Pinto indicó ayer que esta obra se acometerá cuando lo permitan las disponibilidades presupuestarias. El proyecto prevé usar 1.000.000 de metros cúbicos de tierra en rellenar el valle por el que discurre el río.
