El robo fue perpetrado por cuatro personas, por lo que la operación policial continúa abierta

Detenidos dos hombres por el asalto al chalé de un pizarrista barquense hace cinco meses

Zona en la que reside el empresario
Agentes de la Guardia Civil detuvieron a dos personas, uno de ellos vecino de O Barco, por su presunta implicación en el asalto al chalé del empresario Manuel Fernández Blanco. A última hora no se descartaban más detenciones, alguna en tierras bercianas. Los detenidos pasarán a disposición judicial en las próximas horas. El pizarrista, al que cuatro asaltantes le habían amenazado con una pistola, un cuchillo y un aparato de descargas eléctricas, afirmó ayer que nunca dudó ‘que eran de la zona’.
Dos personas fueron detenidas en la tarde por su presunta implicación en el asalto que sufrió el pasado 18 de febrero al empresario barquense Manuel Fernández Blanco, directivo de la Asociación galega de Pizarristas y consejero del grupo Cafersa. Aunque sus identidades no trascendieron, al menos uno de los detenidos es vecino del municipio O Barco. A última hora no se descartaban nuevas detenciones, posiblemente otras dos en la vecina comarca de El Bierzo. Su traslado al Juzgado barquense para prestar declaración estaba previsto en próximas horas.

Las detenciones fueron practicadas a raíz de la investigación desarrollada por el equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil ruesa, que en esta ocasión contó con el apoyo de un equipo especializado.

‘Gente de la zona’

Manuel Fernández Blanco recibió con satisfacción la noticia de las detenciones. En referencia al lugar donde se realizaron, el empresario aseguró que ‘nunca dudé que eran gente de la zona’. Si bien resaltó la importancia de la identificación de los supuestos autores del asalto, comentó que después de sufrir el robo estaba convencido de que ‘estos no iban a volver’.

El pizarrista barquense fue asaltado en la tarde del 18 de febrero, cuando se encontraba en el interior de su chalé, ubicado en la calle As Covas. Fue abordado por cuatro personas y amenazado con una pistola, un cuchillo y un aparato que produce descargas eléctricas.

Los asaltantes actuaron cubiertos con pasamontañas y con guantes, abordando al empresario en el garaje. Tras amenazarle, le reclamaron todo el dinero, recibiendo los aproximadamente 23.000 euros que guardaba en dos cajas fuertes y varias joyas de difícil valoración.

Tras recoger el botín, los asaltantes le ataron las manos y los pies, además de cerrarle la boca con cinta de embalar. En esta situación fue como lo encontró su mujer cuando llegó al chalé instantes después de que los ladrones abandonasen el lugar a pie. Desde el primer momento, la investigación se centró en Valdeorras y El Bierzo.


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