As Ermidas tiene una lista de espera de diez personas

Grupo de visitantes procedentes de Moraña y Tomiño, en el santuario bolés de As Ermidas.
photo_camera Grupo de visitantes procedentes de Moraña y Tomiño, en el santuario bolés de As Ermidas.
Son enfermos, algunos con problemas mentales, que acuden al santuario para curarse

El santuario bolés de As Ermidas es el lugar elegido por no pocas personas que desean pasar unos días de recogimiento y espiritualidad, pero también es el último refugio para aquellos que sufren problemas de salud, muchas de ellas con males mentales muy graves. El sacerdote José Antonio Crespo Franco comentó que actualmente estudian una decena de peticiones. Intentan discernir si los precarios medios que disponen serán suficientes para ayudarlos.

“Cada vez llama más gente, pero tenemos las mismas infraestructuras de siempre”, comentó. No siempre pueden aceptar a quienes piden sumarse a la comunidad de As Ermidas, como sucede cuando en ella vive una persona conflictiva. En esos casos, quien realiza la petición debe aguardar, muy a pesar de los curas del santuario, al igual que sucede cuando la capacidad está agotada. “Nos da mucha pena cuando tenemos que decir que carecemos de capacidad”, explicó José Antonio Crespo.

Los interesados en participar en la vida de esta comunidad no siempre llegan por sí solos, algunas veces son enviados desde Ourense por el juez de menores o por la UCA (Unidad de Conductas Adictivas). La experiencia de los sacerdotes les permite indicar que muchos de los menores que aceptan vivir en As Ermidas “son más víctimas que culpables”. El rechazo social o la falta de atención en el núcleo familiar están detrás, en no pocas ocasiones, de su conducta conflictiva. De ahí que la comunidad les ofrezca un ambiente de familia, una acogida incondicional y un ambiente de gratuidad como terapia principal.

Eso sí, estas personas también deben adquirir el compromiso de colaborar en las ocupaciones diarias, participar en las ceremonias religiosas y adaptarse a las condiciones de comida y alojamiento de un lugar alejado del alcohol, el tabaco y el café. “Si están en situación crítica dicen que sí, pero algunos se van. Otros, en cambio, aceptan”, comentó el sacerdote, quien añadió que en el santuario “nunca se les juzga por lo que hicieron”.

Pero As Ermidas no solo es un lugar para tratar problemas de enfermedad y conducta, aquí también llegan gentes buscando disfrutar de un tiempo de ejercicios espirituales. Serán unos ocho los que viajarán hasta  O Bolo para disfrutar del ambiente navideño que desborda el santuario.

El santuario recibió en este año 12.000 visitantes

El santuario y las construcciones del entorno no solo son visitadas por aquellos que buscan vivir unos días en un ambiente de religiosidad y ejercicios espirituales, también son muchos los turistas que llegan para contemplar uno de los bienes de interés cultural (BIC) más significativos de Valdeorras. El presidente de la Cofradía de Nuestra Señora de As Ermidas y también guía del templo, José Vega Martínez, contabilizó hasta 8.000 visitantes entre los meses de enero y julio, estimando que a lo largo de 2022 fueron aproximadamente 12.000 las que se acercaron hasta este lugar.

“A xente está vindo máis repartida ao longo do ano. No verán non houbo tanta como outros anos, pero agora están chegando visitantes tódolos días”, comentó José Vega. El boca a boca funciona y consigue que el santuario de As Ermidas sea muy conocido. Desde Toledo o Valladolid hasta Madrid o Cataluña, pasando por A Coruña o Vigo, ciudades estas últimas de las que sale un buen número de personas.

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