La falta de personal complica la vendimia en la provincia

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photo_camera Racimos, en plena maduración, en un viñedo de O Barco de Valdeorras. (J.C.)
Bodegas de la DO Valdeorras buscan temporeros profesionales en las cuadrillas de Murcia

La falta de vendimiadores está causando serios problemas a las bodegas ourensanas. La jubilación de quienes llevan trabajando la viña toda la vida, el temor a perder ingresos de quienes cobran una ayuda de la Administración, el empleo conseguido por muchos estudiantes y, en el caso de Valdeorras, la demanda de mano de obra de las canteras, son algunos de los factores que influyen en esta situación, común a las cuatro denominaciones de orixe de la provincia.

Las embotelladoras distribuyen carteles, recurren a empresas de trabajo temporal y, en la denominación valdeorresa, a la contratación de cuadrillas profesionales en otros puntos de España.

El trabajo en la vendimia apenas dura un par de meses, una temporalidad que obliga a las empresas a esmerarse para encontrar personal. En Valdeorras, la vilamartinesa Valdesil colocó anuncios por la zona solicitando vendimiadores. A las puertas de la campaña de este año, necesitan 40 personas y ayer aún no las habían conseguido. En la bodega comentaron que están teniendo complicaciones para reunir los trabajadores pues “no viene gente preguntando como otros años”.

La temporalidad de la vendimia, que dura apenas un par de meses, obliga a las empresas a esmerarse para encontrar personal

Varias bodegas valdeorresas encontraron una solución siguiendo el ejemplo de Murcia. Ya el año pasado procedieron a la contratación de cuadrillas profesionales en tierras murcianas y, más concretamente, en Jumilla.

La medida dio resultado y este año se sumaron algunas otras a una iniciativa que surgió en la Adega Avelina, de Vilamartín. Amancio López es el impulsor y coordinador de una iniciativa que en las próximas semanas acercará 70 personas a Valdeorras. “Hai un montón de xente que está desexando traballar e aquí hai unha necesidade enorme de traballadores. É unha solución para a viticultura de Valdeorras”, dijo.

A sus puertas ya llamaron bodegueros del Bierzo y O Ribeiro. Y siguen llamando, pero la organización requiere de trabajar con un par de meses de antelación y ya es tarde. “A xente chama desesperada”, comentó.

Un vendimiador corta un racimo de uvas. (Archivo)

Un vendimiador corta un racimo de uvas. // (Archivo)

Los trabajadores de las cuadrillas, normalmente formadas por nueve personas, llegaron de muy distintos puntos del planeta, aunque en su mayoría de Sudamérica y países subsaharianos. Muchos son profesionales que pretenden traer a España a su familia.

En el resto de la provincia: "Falta mano de obra cualificada"

La escasez de vendimiadores castiga a las denominaciones de orixe de la provincia, si bien en Valdeorras algunas bodegas encontraron la solución en tierras murcianas. “Se non fose por esa xente estábamos fastidiados”, comentó el presidente del Consello Regulador da D. O. Valdeorras, José Luis García.

García atribuyó a las jubilaciones y a las nuevas formas de vida de los jóvenes el problema de la falta de temporeros, un problema que en otros lugares resuelven con máquinas, algo que en el viñedo valdeorrés es inviable.

Monterrei, Ribeiro y Ribeira Sacra: "Es difícil encontrarlos"

Lara Da Silva confirmó la falta de trabajadores. “Es difícil encontrarlos, sobre todo para momentos de apuro”, dijo. También aquí, algunas bodegas recurren a personal de otros países, fundamentalmente rumanos y portugueses. “Habría que buscar compatibilizar los trabajos de campo con ciertas ayudas”, añadió.

Juan Casares, confirmó la carencia de temporeros, pero también de mano de obra cualificada. “Es necesario diseñar el modelo del mundo rural de Galicia”, comentó. Desde la Ribeira Sacra, José Manuel Rodríguez, apuntó: “É un problema xeral. Non é comprensible que, cos desempregados que hai, non se atope xente para a vendima”.

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